Goyo Iglesias, interiorismo para mejorar la calidad de vida

Goyo Iglesias, interiorista de ambientes que invitan a disfrutar

Goyo Iglesias creció descubriendo los interiores de los hogares acompañando a su padre al trabajo. Con los años tuvo claro que quería formarse como interiorista en una época en que dicha labor no contaba con el reconocimiento que tiene hoy en día. Una vez finalizados sus estudios académicos no dejó de trabajar en locales comerciales de diferentes cadenas, hoteles, establecimientos de ocio, viviendas… y hasta en una iglesia. Y es que con el tiempo, el interiorismo es una parte fundamental para que los espacios se conviertan en lugares que inviten a estar, en los que uno se sienta cómodo y cumplan su misión. Con más de 40 años de trayectoria acaba de obtener el galardón Profesional Colegiado del Año que otorga la Unión Profesional de Galicia a su trayectoria profesional de más de 40 años. 

¿Cuándo comenzó si interés por el interiorismo?

Es algo que me viene desde niño debido a que mi padre tenía y un negocio de decoración y pintura en el barrio del Couto, Pinturas Iglesias. Fue con él con quien empecé a ir a las obras y a sentir inquietud de cómo se podría mejorar cada vivienda para hacerla más personal y adaptada a las necesidades reales de la gente. 

Y decidió dirigir sus estudios hacia el interiorismo.

Efectivamente. Estudié en la Escuela de Arte Superior y Diseño Pablo Picasso de A Coruña Diseño de Interiores donde obtuve los conocimientos más académicos, que sumado a lo que ya había ido aprendiendo me permitieron desenvolverme con bastante soltura en el sector desde mis inicios profesionales.

Supongo que en esos años, con su padre a principios de los años 70, y su formación algo más tarde, el interiorismo no era un tema tan de actualidad como lo es ahora en día.

De aquellas el interiorista era alguien secundario. Una persona no muy reconocida en el sector. Pero con los años obtuvo el reconocimiento social y ahora es una figura muy importante a la hora de poner en marcha un negocio o adaptar una vivienda a las necesidades personales.

¿Qué cambió para que ahora sea casi imprescindible contar con un interiorista?

Los interioristas llevamos a cabo proyectos de lugares en los que las personas pasan su tiempo. Y el entorno influye directamente en lo qué haces, cómo piensas, cómo interactúas con las personas, las motivaciones, los impulsos… El resultado de tu hogar o negocio repercutirá directamente en tu calidad de vida, por eso, es necesaria la presencia de un profesional que te ayude a lograr tu objetivo.

Y nosotros tenemos el ojo educado para sacar el máximo partido a cada estancia haciendo un estudio que va desde las dimensiones o la distribución, a la iluminación, pasando por los pequeños detalles para lograr el resultado esperado con el presupuesto acordado. Además, conocemos las tendencias, los estilos decorativos, el mobiliario, los materiales, el sector… 

¿Cuáles son las principales herramientas de un buen interiorista?

En primer lugar, una buena formación. Formación que pasa desde mantenerse actualizado en todo momento de las tendencias, novedades y avances del sector, hasta viajar mucho y “conocer mundo”. Abrir los ojos a lo que se hace en otros lugares en cuanto a diseño, aprovechamiento de espacios, paisajismo…

También es importante la psicología. Saber captar al cliente, lo que le gusta, lo que busca. Saber escucharlo para entender y ver cuáles son sus deseos e intentar hacerlos realidad. Siempre asesorándolo y teniendo en cuenta el dinero que quiere invertir.

En definitiva, ¿qué es necesario para que un proyecto sea un éxito?

Debe de ser el resultado de fusionar dos realidades: el diseño del espacio junto con la aplicación de los materiales seleccionados para esa obra, y la realidad del cliente, captando sus necesidades. Eso dará como resultado una buena obra.

Ante un proyecto, ¿cuál es el primer reto al que se enfrenta?

Ajustarme a las necesidades de lo que me pide el cliente. Luego va el espacio y el presupuesto. 

Una persona que contrata los servicios de un interiorista, ¿qué debe tener en cuenta a la hora de reformar y decorar una vivienda o establecimiento?

Seamos realistas. Primero, saber las posibilidades económicas. Y luego conocer qué necesidades tiene para que me lo pueda transmitir y yo pueda llevar a cabo el proyecto y funcione.

En cuanto a las tendencias, ¿cuál es su estilo?

Siempre intenté mantenerme algo al margen de las modas para tener una mayor libertad. Además, creo que una de las claves para que el diseño resista el paso del tiempo es tener una línea moderadamente de tendencia. Yo tengo obras realizadas de hace 40 años, que a día de hoy se ven actuales. 

¿En qué se inspira a la hora de elaborar un diseño?

Partiendo de lo que nos cuenta el cliente, damos ideas y sugerencias que pueden gustarle. Pero siempre respetando lo que quieren.

Si hablamos de viviendas particulares, es tendencia el teletrabajo. ¿En qué medida es necesario contar con un espacio destinado a ello?

Antes no existía un espacio como tal destinado al trabajo. Hoy en día son muchos los que buscan organizar un rincón en sus casas que sea cómodo y productivo, además de acogedor que, de alguna manera separe la vida laborar del hogar. Algo que está íntimamente ligado con la productividad, y por ello es necesario crear ese lugar específico.

¿Cuándo una vivienda se convierte en hogar?

Cuando el cliente está disfrutando del trabajo que le has hecho, te da las gracias y te dice que es justo lo que quería… y te da la razón en las propuestas que le habías sugerido.

De todos los proyectos llevados a cabo, ¿de cuál tiene especial recuerdo?

De varios. Mi primer trabajo que fue una cafetería en la Avenida de la Habana que ya no está como estaba, Sombra; una tienda de bolsos en Concordia con Progreso; un apartamento de 30 metros en Torremolinos en los que en tan poco espacio logré cubrir todas las necesidades que me plantearon; la cadena de ropa Vidrio que ahora es Miss-Tic con la que estuve por toda España y resto del mundo; la cadena de joyerías Mumit; hoteles en Ourense, apartamentos en Barcelona, la escenografía del Festival de Cine Internacional de Ourense…

¿Y el más particular?

Convertir un bajo comercial en una iglesia, en la zona de Barrocás, calle Chano Piñeiro, el Centro Pastoral Juan Pablo II. Para mí que soy muy creyente, fue un reto ilusionante y un sueño poder dejar un pedazo de mí en algo tan significativo como es una iglesia. Lugar donde tanta gente se reúne en su fe. Además de dotarla de diferentes espacios para que fuese polivalente y funcionase también como aula de catequesis, salón de actos…

Acaba de recibir el premio que otorga la Unión Profesional de Galicia a su trayectoria profesional de más de 40 años. Es un reconocimiento más a su trabajo.

Siempre da alegría y hace ilusión recibir un premio. En esta ocasión recibí uno de los Galardones Profesional Colegiado del Año. Ya había recibido el “Luxury Eco-Friendly Hotel Award” que otorga la prestigiosa Luxury Travel Guide por el proyecto del NH de Ourense. Un proyecto sostenible y respetuoso con el medio ambiente. 

Dos aspectos en los que también se está haciendo especial incidencia.

Es muy importante cuidar los materiales, la eficiencia minimizando el consumo energético, así como el de agua. Se trata de una pieza clave dentro del desarrollo urbano sostenible que busca luchar contra el cambio climático.

¿Cómo se presenta el futuro del diseño?

El diseño siempre va a estar presente. Vendrá la Inteligencia Artificial para desarrollar cosas, pero la idea tienes que tenerla tú en la cabeza. Así que creo que es una profesión de futuro y con alta demanda. 

¿Algún proyecto que le gustaría realizar?

De momento sigo con la cadena de joyerías Mumit por toda España y Miss-Tic, y tengo proyectos diferentes en Galicia y Europa. Lo que tengo en listado pendiente es hacer algún escenario para rodar una película o un plató.

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