Opinión

Ser equipo

Entre ausencias por lesiones, sanciones, alguna ficha desusada y hasta una huida, lo cierto es que el lema “ser equipo es estar siempre”, que formuló el CEO de Endesa, José Bogas, en la presentación de la renovación de los acuerdos de patrocinio de la ACB y la Primera femenina, no se cumple en lo que es la actualidad, ciertamente lo que viene siendo la temporada, del Club Ourense Baloncesto.

De haberse cumplido lo dicho por el CEO, seguro que los resultados habrían sido otros. Un COB que empezó muy fuerte el curso, para decrecer luego, eso sí, siempre sin mayores apuros, y que se debe considerar como una creación de autor, en la persona de su técnico, Félix Alonso, quien dedicó menos tiempo al lamento que a la búsqueda de soluciones con lo que disponía, poniendo en valor a otros jugadores de la plantilla. Siempre convencido de que, centrados y aplicados en defensa “competimos con cualquiera”. Ahora, en un tiempo de quietud, pues el objetivo de la permanencia se ha cumplido y con suficiencia, es de justicia reconocer su mérito. De su mano y decisiones llegó, el “descubrimiento”, para aquellos más ajenos a lo que es la Liga, de un profesional como la copa de un pino, Mindaugas Kacinas, el mejor jugador del COB, el más completo y de mayor regularidad, más aún en estos momentos de hastío. De haber alguna duda en cuanto a su continuidad no creo que sea por parte del “Pazo”. 

De Alonso fue la apuesta por un desconocido Romaro Gill o por Ivica Radic, al que penaliza su poco tacto con el balón, pero no para desvalorizar su gran trabajo en tres cuartos de la Liga. O la confirmación de quienes partían de la segunda línea, como Samu Rodríguez o Javi López.

Pizarra y pilares protagonistas, a modo de resumen individual y colectivo, de lo que fue una Liga más competida que en temporadas anteriores. Donde lo útil era lo que la “teoría de la gacela” dice y el COB supo poner en práctica: “No hace falta ser la más rápida sino que hay otras/os más lentas que tú” que terminan por sucumbir ante enemigos más fuertes. Esto lo entendió un COB capaz de sumar los triunfos necesarios para firmar un epílogo sumamente tranquilo. Lo que tiene mucho mérito y merece el reconocimiento de quienes acudan al Pazo para despedir al equipo.

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