El río Barbaña registró ayer una nueva agresión ambiental, apenas tres semanas después del último vertido registrado, que mató a decenas de peces. Durante la mañana de ayer, varios vecinos alertaron a las autoridades de una espuma blanca en el caudal, a su paso por el Paco Paz.
La contaminación también era visible en otras zonas del Barbaña a su paso por la ciudad, así como en el regato dos Muíños. Vecinos y ecologistas critican la "dejadez" de las administraciones ante las continuas agresiones al río, sobre todo, durante la época de lluvias. Desde asociaciones como Ríos Limpos recuerdan la necesidad de perseguir a los culpables de este tipo de acciones, como "único xeito" de que la situación ambiental cambie en la provincia.
"Ourense é unha cidade termal, mentres que a auga que pasa a carón de As Burgas está contaminada, non ten lóxica ningunha", apuntan desde la entidad. Además, recuerdan el daño realizado de forma continuada en la fauna y flora del Barbaña, así como de sus afluentes.
Mientras, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil investiga lo sucedido ayer. Los técnicos tomaron muestras ayer en la zona del Polvorín, Paco Paz, Plaza de Abastos y en las inmediaciones del vertido de la EDAR del Polígono de San Cibrao, para comprobar si se trata de un vertido irregular. Hoy los guardas regresarán a los puntos conflictivos para analizar de nuevo el agua.
ÚLTIMA AGRESIÓN
El pasado 24 de julio se registró un vertido en el regato dos Muíños, donde se encontraron decenas de peces muertos a lo largo de un kilómetro del caudal, a la altura del Colegio Luis Vives.
El BNG municipal reclamó entonces al Concello de Ourense y a la Consellería de Medio Ambiente tomar medidas sobre la situación, "demasiado frecuente". Del mismo modo, el grupo también pide la intervención de las administraciones para acelerar el saneamiento del Barbaña, planteado para el 2027 por el organismo de cuenca.
