Los vecinos de la Calle Barco de Ávila, en O Barco, están hartos del incivismo de los conductores que pasan a gran velocidad recorriendo su calle, con el consecuente peligro para los viandantes. Algunos de ellos, cuando expresan sus quejas, lo hacen aludiendo incluso a las marcas y colores de los coches en cuestión, “porque la mayor parte de las veces son los mismos”, expresó uno de los vecinos.
La preocupación aumentó en las últimas semanas por el incremento de prácticas temerarias en el parquin aledaño. Además, en la zona hay un parque infantil, en uno de los márgenes de la carretera, frecuentado por muchos niños que pasan gran parte de las tardes jugando. “Atropellar a un niño que sale del parque buscando la pelota es muy fácil cuando circulas a esa velocidad”, expresó otro vecino.
En esta misma línea, la concejala del BNG, Noa Fernández, recordó en el pleno del pasado jueves el problema grave que tiene la villa barquense con la seguridad viaria. A colación de una moción presentada por el PP, recordó Fernández el estudio realizado por su compañero Manuel Agra, en el que mostró hasta cinco atropellos graves en el último año. “Hai moitas zonas do Barco onde non existe sinalización, nin pasos de cebra, nin semáforos”. Para el alcalde de O Barco, Alfredo García, la solución pasa por reducir la velocidad de 50 km/h a 30 km/h, “lo que aumenta la capacidad de reacción”.
