Queridos hijos: perdonadme, pero no soportaba ver el deterioro de vuestro padre. Mamá”. Así rezaba la nota encontrada al lado de la septuagenaria inconsciente tras haber ingerido medicamentos, como antes había suministrado a su marido, de 75 años y con principio de demencia, causándole la muerte en Monfero (A Coruña) en julio de 2021. La Fiscalía califica los hechos de asesinato y solicita para la mujer una pena de 26 años de cárcel, con el atenuante de arrebato u obcecación y el agravante por parentesco, además de una indemnización de 23.805 euros a cada hijo.
“Más que un crimen es un drama”. Poco más habría que añadir, pero la inocencia o la culpabilidad la decidirá un jurado popular
Los tres hijos del matrimonio no ejercen la acusación particular. Creen la versión de su madre y sostienen que se trata de un suicidio, consciente y pactado, que la mujer no llegó a consumar porque recibió atención médica gracias al tiempo que se demoró en escribir la nota, dejar a la vista los seguros de decesos y presentar un estado físico mejor que el del marido. El abogado de la defensa resumió lo sucedido en siete palabras: “Más que un crimen es un drama”. Poco más habría que añadir, pero la inocencia o la culpabilidad la decidirá un jurado popular.
De las 87 peticiones presentadas, el Sergas facilitó los medios para el suicidio asistido en 30 ocasiones y 26 personas fallecieron durante los trámites
El marido había reiterado a los hijos que “para estar así es mejor no estar vivo”. Encontró en el amor de su mujer la mano que le ayudó a marcharse con dignidad de un mundo que apalabraron abandonar en pareja. En el precipicio al que se asomaba el hombre tras los microictus sufridos tres años antes, uno también desearía tener al lado a una persona valiente para evitar en unos minutos el sufrimiento de una agonía lenta, pero si faltan fuerzas o falla la cabeza para suicidarse sin consecuencias para terceros, la vida se convierte en condena.
Desde que entró en vigor la Ley de muerte digna, en junio de 2021, en Galicia se han autorizado menos de la mitad de las solicitudes de eutanasia, según informó Consuelo Bautista en la Cadena Ser esta semana. De las 87 peticiones presentadas, el Sergas facilitó los medios para el suicidio asistido en 30 ocasiones y 26 personas fallecieron durante los trámites, según datos de la asociación para una muerte digna. Por eso resulta tan necesario hacer testamento vital para que otros no decidan por ti ni causar problemas al que se compadezca.
