Opinión

La Quiniela del domingo sobre Sánchez

Terminado el partido del Arenteiro en Riazor -felicidades de un deportivista impenitente por el empate y un partido a la altura del escenario- y sin más sobresaltos para entretener lo que quedaba de domingo, el perpetrador de este folio decidió realizar una quiniela exprés entre colegas que visten distintos colores políticos sobre la continuidad o dimisión de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno después de los cinco días de reflexión.

“Pues estuve leyendo y al parecer no ha hablado con nadie, pero digo que hace un Rubiales y se queda”, respondió un autónomo inscrito en Podemos. “Queda”, contestó de manera escueta un simpatizante del BNG. “Aunque la premonición es que se va, creo que se queda”, pronosticó un economista con sensibilidad progresista. “Se queda”, apuntó un colega que fue tan comunista como Fidel y ahora se confiesa individualista y contrario a que el Estado meta la zarpa hasta en educación. “Ya te recomendaré unos libritos”, añadió. “No leí nada al respecto por lo que no tengo opinión formada. El poder tiene que fundir mucho, pero en cualquier caso le espera, antes o después, un retiro dorado en Europa”, se disculpó un asalariado de izquierdas. “Creo que se queda e Illa va a arrasar en las catalanas”, contestó una currante por cuenta ajena que estuvo inscrita a Podemos, ahora se declara de Sumar, pero votó a Sánchez en las generales para evitar la posible penalización por el sistema D’Hondt. “No tengo ni idea, pero tiene difícil quedarse”, contestó un militante socialista con criterio propio. “Debería dimitir, aunque ha descolocado a todos con los cinco días de reflexión. Espera que te paso unos documentos...”. 

“Creo que se queda e Illa va a arrasar en las catalanas”

La respuesta de este militante del PP llegó acompañada del argumentario con el que percute el partido. “Lo veo al 50%”, respondió un abogado que tira por el BNG.

La quiniela sobre la continuidad de Sánchez no repartiría pasta gansa por el número de acertantes. Las reacciones políticas tras la comparecencia del presidente fueron las esperadas. Hay quien sostiene que Núñez Feijóo estaría ya en la Moncloa si no hubiese abierto el pico desde que llegó a Madrid. La nacionalista Ana Pontón siguió sachando el voto, que decían prestado, con una intervención medida.  

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