Mercadona, una de las empresas más grandes de España y Portugal, con una plantilla de más de 100.000 trabajadores, se encuentra bajo escrutinio debido a las graves acusaciones sobre sus prácticas laborales, especialmente en lo que respecta a la conciliación laboral y los derechos de los padres y madres trabajadores.
Problemas de Conciliación Laboral y Derechos de los Padres
Varios testimonios de empleados de Mercadona destacan una falta significativa de sensibilidad hacia la conciliación laboral y familiar. A pesar de la imagen de empresa ejemplar que Mercadona intenta proyectar, los trabajadores enfrentan serias dificultades para balancear sus responsabilidades laborales y familiares.
Las trabajadoras, en particular, mencionan la imposibilidad de reducir sus jornadas laborales para cuidar de sus hijos sin enfrentar restricciones considerables. Los horarios poco flexibles, como iniciar la jornada laboral a las 6 de la mañana, complican aún más la conciliación. Estas condiciones generan una carga adicional sobre los empleados que intentan cumplir con sus deberes familiares.
Convenio Colectivo y Presiones Laborales
Los empleados de Mercadona deben regirse por un convenio privado, acordado entre la empresa y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, en lugar del convenio colectivo del sector. Esta situación coloca a los trabajadores en una posición de vulnerabilidad, temerosos de expresar sus preocupaciones debido al miedo a represalias.
Los testimonios también revelan un ambiente laboral de alta presión y exceso de trabajo, lo que conlleva problemas físicos y mentales que requieren bajas médicas. Sin embargo, la empresa presiona a los empleados para que regresen al trabajo antes de estar completamente recuperados y penaliza a aquellos que consultan a médicos externos.
Denuncias Recientes
Mercadona ha enfrentado varias denuncias que cuestionan sus políticas laborales. La denuncia más destacada proviene del presidente del comité de empresa en Cantabria, Gerardo Grande, quien el pasado 30 de abril aseguró en el Congreso de los Diputados que Mercadona “promueve la precariedad laboral y actúa contra la salud, la conciliación y la libertad sindical”. Según Grande, la empresa no activa los sistemas preventivos, no realiza evaluaciones de riesgos laborales y psicosociales, y vulnera los protocolos de violencia de género y los procedimientos de adaptación de puesto.
En Salamanca, varias trabajadoras han denunciado en los juzgados que Mercadona está “vulnerando los derechos de conciliación de la reducción de jornada”. Asimismo, el gobierno de Navarra impuso una sanción de 7.501 euros a Mercadona por la situación hostil y humillante sufrida por dos trabajadoras del supermercado de Burlada a manos de la coordinadora, lo que se consideró un ataque a la dignidad de las trabajadoras.
Conclusión
Aunque Mercadona se presenta como un empleador ejemplar que distribuye cuantiosos beneficios entre sus empleados, las acusaciones y testimonios recientes revelan una realidad diferente. Los problemas de conciliación laboral, la presión laboral excesiva y la falta de sensibilidad hacia los derechos de los padres y madres trabajadores son preocupaciones serias que la empresa debe abordar. Las denuncias y sanciones impuestas destacan la necesidad urgente de una revisión y mejora de las políticas laborales de Mercadona para garantizar un entorno de trabajo justo y saludable para todos sus empleados.
