Los detenidos admitieron los hechos y aceptaron penas de entre dos y tres años de cárcel
Los tres acusados por un delito contra la salud pública, Aquilino F.F., Francisco M.G. y Ramón A.G., admitieron ayer los hechos en la Audiencia Provincial y aceptaron una condena de tres años en el caso de Aquilino y de dos años de prisión para los otros dos denunciados. Inicialmente la Fiscalía solicitaba cuatro años para todos ellos.
Los hechos por los que fueron procesados ocurrieron entre agosto y septiembre de 2021. En esas fechas, agentes de la Guardia Civil, según el escrito del Ministerio Fiscal, tenían fundadas sospechas de que Aquilino, de 68 años, pudiese estar dedicándose al tráfico de estupefacientes, ya que, pese a no tener trabajo, se desplazaba de forma habitual en coche por diversas localidades y provincias de Galicia. Por ello, tras la correspondiente autorización judicial, le colocaron una baliza de seguimiento en su vehículo.
Entrega de hachís
Como consecuencia del seguimiento, el 2 de septiembre de 2021, los agentes comprobaron que Aquilino entró en un bar situado en Amoeiro, saliendo del establecimiento al cabo de unos minutos acompañado de Francisco. En ese momento, vieron como Aquilino, tras buscar algo en el interior del vehículo, le entregó un paquete a su acompañante, el cual lo oculta entre la ropa y se lo entrega posteriormente a Ramón. Asimismo, Aquilino recibió algo de Francisco, revisándolo en el interior del vehículo y, según la Fiscalía, “por los movimientos de las manos parece que estaba contando dinero”.
Los guardias civiles, tras realizar un seguimiento, interceptaron el vehículo en el que circulaban juntos Ramón y Francisco, encontrando en él cinco tabletas de hachís con un peso total de 435 gramos y valorados en 2.770 euros.
Además, registraron el domicilio de Aquilino, donde encontraron una tableta de hachís de 87,8 gramos, una bolsa de cocaína de 48,9 gramos y otras dos bolsas de cocaína con 0,91 gramos una y 0,78 gramos la otra. También se halló una báscula de precisión, dos teléfonos móviles y 2.000 euros en efectivo.
Por estos hechos, Aquilino aceptó tres años de prisión y 9.000 euros de multa, mientras que los otros dos acusados se conformaron con dos años de prisión y 6.000 euros de multa.
