INFRAESTRUCTURAS EN OURENSE

El Gobierno responsabiliza a conductores, concellos y a la Xunta de los problemas en la N-541

Travesía de la carretera N-541 en Punxín, una de las localidades con semáforos de velocidad que menciona el Gobierno (Foto: José Paz).
photo_camera Travesía de la carretera N-541 en Punxín, una de las localidades con semáforos de velocidad que menciona el Gobierno (Foto: José Paz).
El Ejecutivo central descarta construir una autovía, como reclaman los alcaldes, que acusan al Ejecutivo central de “tapar el sol con el dedo”

El Gobierno niega que la carretera N-541 presente una alta siniestralidad. El Ejecutivo central rechaza la inseguridad vial que presenta esta infraestructura, que conecta Ourense con Pontevedra, y responsabiliza al “comportamiento del conductor” como causante de “un porcentaje importante de los siniestros con víctimas”.

Es la respuesta escrita, fechada el pasado 20 de junio, a una pregunta formulada por la senadora nacionalista María Carmen da Silva. La parlamentaria del BNG cuestionó a la Administración central por la carretera, que “figura siempre en los informes como una de las más peligrosas del Estado”. Entre otros puntos, requería información sobre los planes para reducir la siniestralidad o por la posibilidad de construir una autovía entre O Carballiño y Pontevedra.

En lo que compete al Ministerio de Transportes, el Gobierno contesta que “ningún tramo de la carretera N-541 ha sido considerado como tramo de concentración de accidentes dentro de las dos últimas actualizaciones”. Además, afirman que “el diseño de las intersecciones y el trazado de la N-541 es correcto”, así como que las principales travesías “disponen de aceras” y que las obras de los pretiles del viaducto del Lérez, donde fallecieron siete personas en un accidente de autobús en la Nochebuena de 2022, “han finalizado” en mayo. No se menciona nada sobre la rehabilitación integral.

Por otro lado, ya en el ámbito de las competencias de Interior, el Gobierno rechaza que la N-541 presente “una alta siniestralidad” en el ámbito territorial de la provincia de Pontevedra. Llegan a aportar este matiz: “Si bien es cierto que durante el año 2022 el número de fallecidos fue superior, como consecuencia de un único accidente sufrido por un transporte colectivo de viajeros -el autobús de Nochebuena- y no por accidentes aislados entre sí”.

Cazar más

Sobre los tramos ourensanos, tampoco tiene una “especial siniestralidad, salvo en lo relativo a la invasión de fauna salvaje en la calzada”. En todo caso, el Gobierno señala a la Xunta por la intensa presencia de jabalíes y corzos. El documento recalca que el “control efectivo de su población” es una cuestión de competencia autonómica y sugiere controlar la reproducción o una “mayor caza”.

“El comportamiento del conductor está presente en un porcentaje importante de los siniestros”

Regresando a los tramos pontevedreses, la respuesta del Ejecutivo cita la “importante vegetación”, las “posibles zonas sombrías” y la meteorología adversa como condicionantes a la hora de conducir. “Establecen la necesidad, en mayor medida, de que el usuario tenga que adaptar la conducción a las condiciones de la vía y ser especialmente cauteloso respecto al cumplimiento de las normas de circulación”, manifiesta el Gobierno.

Es más, los análisis de los factores de riesgo de los accidentes no apuntan hacia una obsolescencia o hacia un mal estado de la carretera, según trasladan: “El comportamiento del conductor está presente en un porcentaje importante de los siniestros”. A saber: velocidad inadecuada, las distracciones y “no respetar la prioridad”.

Los concellos, señalados

Las explicaciones del Gobierno a la diputada nacionalista culminan mencionando los semáforos de travesía instalados en Punxín, Dacón (Maside), Brués y Almuzara (Boborás). Instalados entre 1988 y 1992, estos dispositivos se deberían en rojo si se superan los 50 kilómetros por hora. Estas señales “se encuentran abandonadas” por los concellos: “La Dirección General de Tráfico se hacía cargo de su instalación y mantenimiento el primer año, pero era el Concello quien posteriormente debía hacerse cargo”.

El Gobierno reivindica la remodelación de una intersección antes de la travesía de Godás do Río en 2018, así como la instalación de “dos paneles (uno por sentido) informando de ‘Travesía perigosa’” en la travesía de O Carballiño.

Rechazo a la autovía

La peligrosidad de la carretera consiguió agrupar a los concellos que atraviesa en el llamado Pacto de Pedre, un acuerdo para reivindicar una reforma integral de la N-541. Entre las reivindicaciones salió a flote la posibilidad de jubilar esta carretera y reemplazarla por una autovía o vía de alta capacidad entre O Carballiño y Pontevedra. El Concello de la Boa Vila y las diputaciones de ambas provincias llegaron a apoyar la propuesta.

No obstante, el Gobierno cierra la puerta a esa sugerencia. En su respuesta a Da Silva, esgrime que los tráficos actuales “no presentan cifras ni crecimientos que justifiquen la planificación de una nueva vía alternativa”. A cambio, sugiere rodear por la A-52 hasta O Porriño, la A-55 y luego por la AP-9. El Ejecutivo incluso afirma que los viajeros entre las dos capitales provinciales se podrán beneficiar del desdoble de la AP-9: la autovía A-57, que transcurrirá en paralelo. Tiene ya un tramo en obras, la circunvalación de Pontevedra.

La respuesta del Gobierno

Consulta aquí el texto íntegro de la respuesta al BNG en el Senado.

 

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