Al menos 15 parques eólicos, descartados en Ourense por su impacto

Un parque eólico próximo a Luintra.
photo_camera Un parque eólico próximo a Luintra.
Las consecuencias paisajísticas y ecológicas cerraron la puerta a más de 700 megavatios de estos parques eólicos

No todos los proyectos prosperaron en la última oleada de autorizaciones para parques eólicos. Un total de 15 parques fueron rechazados por su elevado impacto ambiental, según la información que hacen pública tanto la Consellería de Medio Ambiente como el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Estos proyectos se quedaron en papel mojado tras formularse como desfavorables sus respectivas declaraciones de impacto ambiental (DIA), el documento que evalúa las consecuencias sobre el entorno.

La tramitación de la mayoría de parques rechazados (13) correspondía a la Xunta de Galicia, al tener una potencia prevista igual o inferior a 50 megavatios (50 MW). En total, sumaban 93 aerogeneradores y 431 MW de potencia total instalada, lo que con 2.500 horas de viento supondría generar más de 970.000 megavatios hora (MWh) al año. Es electricidad suficiente para cubrir el suministro de cerca de 300.000 hogares, según las estimaciones de consumo medio de la Red Eléctrica Española.

Por otro lado, el Estado denegó dos proyectos de su competencia: Prada, de 24 aerogeneradores y 160 MW, y Lardeiras, también de 24 aerogeneradores y 144 MW. Ambos pretendían instalar los molinos en las sierras orientales de Valdeorras. En total, integraban una potencia de 312 MW. Además, se cerró la puerta a otros dos parques -Barjas y Pichí- situados en la frontera de Galicia con León. Su tendido eléctrico afectaba a los concellos valdeorreses.

Consecuencias en el entorno

Las razones por las que se emite una DIA desfavorable a un parque son diversas, pero convergen en una serie de aspectos esenciales. Por ejemplo, el impacto visual. Algunos de los parques -como Tramontana o Mistral, en Baltar- alteraban significativamente el paisaje de sus respectivos entornos.

Los aerogeneradores más recientes tienen unas proporciones diferentes a los que se colocaron entre los 90 y los 2000. La altura desde la base hasta el eje (técnicamente, altura de buje) puede superar los 150 metros, y el diámetro de las palas (diámetro de rotor) también. Esto llega a configurar una altura superior a los 200 metros, el equivalente a tres veces la torre de San Martiño.

A mayores de la contaminación visual, el impacto sobre la flora y fauna bloqueó la tramitación de parques que afectaban a especies protegidas por introducirse en su hábitat. Por ejemplo, aves rapaces como el águila real o el aguilucho cenizo, así como varios tipos de murciélagos e incluso lobos y osos.

Xunta y Gobierno tumbaron cientos de megavatios en el monte de la provincia

En la última oleada de autorizaciones de parques eólicos -desde finales de 2022 hasta mediados de 2023-, la Consellería de Economía, Industria e Innovación emitió autorizaciones para una quincena de proyectos que suman una potencia de 443 megavatios. Sin embargo, la Consellería de Medio Ambiente tumbó 13 parques que representan un conjunto de 431 MW, impidiendo su desarrollo administrativo.

En términos más comprensibles, la Xunta dio portazo a la misma capacidad de producción energética que autorizó. Por cada megavatio que recibió una DIA positiva y una posterior autorización, hubo otro que se quedó en la evaluación ambiental. El caso del Estado es similar. Aunque el Gobierno tiene menos proyectos en cartera, el Miteco solo dio luz verde al parque Carballoso, en Avión, con una potencia de 51 MW.

Colectivos ambientalistas como Adega o Ecologistas en Acción mantienen una campaña judicial de recursos contra los parques autorizados, que de momento ya ha conseguido detener el desarrollo de varios proyectos en el resto del territorio autonómico. El primero logró reunir fondos para recurrir ocho parques ourensanos, entre los que se encuentra el de Fial das Corzas, situado en las proximidades del parque natural de O Invernadoiro.

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