Hace unos dos años y medio, un pequeño periquito perdido en la zona universitaria encontró un nuevo hogar. Después de intentar buscar a sus dueños, las personas que lo encontraron decidieron quedárselo, ya que nadie lo había reclamado, y le pusieron de nombre Pichín.
En su nuevo hogar, a Pichín le costaba salir del salón, donde habían puesto su jaula, pero poco a poco aprendió a ponerse en el hombro de sus nuevos dueños, a subirse a la cabeza cuando lo llamabas, y también le gustaba jugar entre las manos de sus dueños.
Ya en los últimos meses, Pichín volaba durante más tiempo, haciendo recorridos más largos, pero siempre con todas las ventanas cerradas.
Su nuevo hogar
Con el tiempo, el pequeño periquito fue creando sus rutinas en su nuevo hogar, y aprovechaba las últimas horas de la tarde, rozando ya la noche, para salir a revolotear por la casa.
Un cúmulo de casualidades hicieron que Pichín se escapase de su casa, y es que sus dueños, que solían poner su jaula un rato al sol todos los días, el día anterior no lo habían hecho.
Al tener la galería de la cocina abierta, se escapó justo cuando sus dueños abrieron la puerta y no fueron capaces de detenerlo.
Al estar acostumbrado durante mucho tiempo a vivir en una casa, sus dueños no creen que haya ido muy lejos. Aun siendo capaz de volar, ya que mismo dentro de casa tenía libertad para hacerlo, creen que lo más probable es que haya ido a alguna ventana o balcón de la zona de As Lagoas, donde residen.
Como nunca antes se había escapado, sus dueños están buscando sin descanso a Pichín, y piden a cualquiera que lo haya podido ver, que contacten al teléfono 657 15 46 33.
