Los universitarios de Ourense sufren para encontrar un piso donde pasar el curso académico

En pleno mes de agosto, son muchos los universitarios que continúan sin tener muy claro lo que les depara el curso que viene. No por sus estudios, sino más bien por dónde y cómo van a vivir. La escasa oferta y el incremento de los precios está provocando que se tengan que romper la cabeza más de lo previsto. “Está bastante difícil en xeral, pero ademais moitos dos pisos que atopamos, ao chamar dicían que non admitían a estudantes”, explica Xela Alonso, una de las muchas estudiantes que está dedicando su verano a estudiarse minuciosamente la oferta inmobiliaria de la ciudad en lugar de aprovechar al máximo sus vacaciones.

Ante la escasez de oferta, hay algunos pisos del casco antiguo que se han reformado pensando en los universitarios y en alquilárselos por habitación, con precios que rondan los 300 euros mensuales. Es habitual entre este grupo de la población compartir piso con otros estudiantes, incluso muchas veces con personas que desconocen por completo, algo que la situación actual de los alquileres está obligando a que sea más común en toda la sociedad.

Con todo, aun conociendo las dificultades existentes, quedan propietarios que ponen alguna pega más. Tras una larga búsqueda, Alonso y sus dos amigas decidieron quedarse con un apartamento de cuatro habitaciones, pese a ser tres. Buscaron a un último integrante y cuando les mandaron la documentación necesaria se encontraron con una nueva complicación. “Ao día seguinte, chamáronnos e dixéronnos que non querían alquilárnolo porque eramos tres rapazas e un rapaz, e non querían mesturar”, relata. Así, algunas inmobiliarias ayudan a estos estudiantes para tratar de completar algunos pisos que quedan con una o dos habitaciones bacías.