El mercado ourensano resiste el temporal que capea el sector inmobiliario en el resto del país. Mientras a nivel nacional y autonómico las compraventas de vivienda registran pérdidas interanuales, la provincia firmó un agosto de récord -son los últimos datos disponibles- y consolidó un crecimiento de las transacciones respecto al año anterior. La clave detrás de esta resistencia ante el declive inmobiliario está en la fortaleza de ciertas zonas de la ciudad y de la Ribeira Sacra, que se posiciona como destino de interés para potenciales compradores.
La muestra está en los datos de transacciones inmobiliarias que publica el Instituto Nacional de Estadística, que a su vez los recoge del Colegio Oficial de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España. Según las tablas que maneja el INE, las compraventas de vivienda en la provincia ascendieron a un total de 1.350 en los primeros ocho meses del año. Esto, después de firmar un agosto histórico en el que se dio salida a 192 inmuebles, lo que lo convierte en la cifra más elevada de la década para este mes.
En la comparativa respecto al mismo periodo de 2022, resulta que Ourense sale bien parado. Las transacciones se incrementaron un 6,4% respecto a las 1.269 que se cerraron en los primeros ocho meses de 2022. A falta de las estadísticas de este último cuatrimestre, la tendencia creciente se consolida mes a mes.
Comparación con Galicia y España
El crecimiento ourensano se contrapone al movimiento de los mercados español y gallego. En el ámbito estatal, la contracción de las compraventas de vivienda se situó en un 6,5%, prácticamente lo mismo que subieron en Ourense. Las transacciones en Galicia sufrieron un descenso todavía más acusado. Tanto es así, que cayeron hasta un 12%. En todo caso, el volumen de adquisiciones se mantiene superior a los niveles prepandemia en los tres niveles, nacional, autonómico y provincial. En el caso ourensano, se compra casi un 18% más de vivienda que en los primeros ocho meses de 2019.
Un buen año
El mercado inmobiliario debe esta contracción, como uno de los factores, al incremento de los tipos de interés que establece el Banco Central Europeo. Estos repercuten en los intereses que paga el firmante de una hipoteca, por ejemplo. La institución europea lleva subiendo los tipos desde el verano pasado con el objetivo de aplacar la inflación en la eurozona. El 20 de septiembre, alcanzaron el 4,5%.
Sin embargo, esta situación no parece afectar de lleno al sector ourensano, que firma un acumulado récord en la última década. Con los buenos datos de los ocho primeros meses en la mano, hay que remontarse hasta 2011 para encontrar un volumen más elevado de compraventas en el mismo periodo. Por aquel entonces, y en pleno bajón de movimientos por el azote de la crisis de 2008, las inmobiliarias ourensanas habían dado salida a 1.430 inmuebles.
