El papa Francisco está 'muy entusiasmado' ante su visita a Brasil, en el que será su primer viaje internacional, para participar en la Jornada Mundial de Juventud (JMJ) el próximo julio y en el que también acudirá al Santuario de Nuestra Señora Aparecida, en Sao Paulo. Así lo confirmó a la prensa la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien en la jornada de ayer se reunió con el papa durante cerca 30 minutos en la biblioteca del Palacio Apostólico.
El nuevo papa aún no había tenido tiempo para confirmar su visita a Brasil, ya que estaba programada la presencia de Benedicto XVI, y así lo hizo en la reunión con Rousseff. El papa comunicó a la mandataria brasileña su deseo de visitar en Sao Paulo el Santuario de Nuestra Señora Aparecida después de su permanencia en Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud, del 23 al 28 de julio.
Francisco recibió también en audiencia a a los representantes de las Iglesias y comunidades cristianas y de otras religiones que asistieron a la solemne misa con la que se abrió su pontificado. Ante ellos, afirmó que una de las 'insidias más peligrosas de nuestro tiempo es pensar que el hombre no tiene necesidad de Dios y reducirlo a aquello que produce y a lo que consume'.
En el encuentro con Francisco participaron el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I; el metropolita (arzobispo) Hilarion, de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y representantes de la Comunión Anglicana e Iglesias protestantes. También asistió el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni.
Francisco recibió también en audiencia a a los representantes de las Iglesias y comunidades cristianas y de otras religiones que asistieron a la solemne misa con la que se abrió su pontificado. Ante ellos, afirmó que una de las 'insidias más peligrosas de nuestro tiempo es pensar que el hombre no tiene necesidad de Dios y reducirlo a aquello que produce y a lo que consume'.
En el encuentro con Francisco participaron el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I; el metropolita (arzobispo) Hilarion, de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y representantes de la Comunión Anglicana e Iglesias protestantes. También asistió el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni.
