Los empresarios que apostaron por el rural, coinciden en que sus empresas de hostelería y turismo se enfrentan a la falta de alternativas que ofrecer a los visitantes. “Abrimos hace 25 años y si hubiera sido por el turismo habríamos cerrado hace 22, pero tenemos un restaurante y damos banquetes que es lo que nos sostiene”. Así lo expuso Montserrat Rodríguez, gerente de O Pazo do Castro, en O Barco, y vicepresidenta de la Ruta do Viño de Valdeorras.
En el citado establecimiento se desarrolló una mesa coloquio organizada por el Polo de Emprendemento para identificar oportunidades de emprendimiento en el sector turístico. Según explicó Natalia Cordero, experta en asesoramiento de emprendimiento: “Queremos debatir que cousiñas fan falta na comarca que complementen o que xa temos, para que non só se veña a Valdeorras polo tema do viño, senón que se teñan en conta outros tipos de turismo como o industrial ou o cultural”.
Rebeca Montenegro, de Cova da Xabreira, en Larouco, expuso la dificultad de trabajar en el rural, “donde te falta hasta lo más básico” y cómo al sacarlo adelante, se enfrentó a la falta de desarrollo turístico; “yo le doy de comer a la gente, pero luego, ¿dónde los mando?”. También estuvieron representantes de Adega Roandi, A Tenda da Rita, Enoturismo Galicia, Adega Alán de Val, Clúster de la Pizarra, Instituto de Estudios Valdeorreses, D. O. Valdeorras, GDR, Aeva y CCA O Barco.
