Ourense registra el segundo año hidrológico más lluvioso en 40 años

METEOROLOGÍA

A Limia nunca había registrado tantas precipitaciones y los embalses están al 80% a mediados del mes de julio, en máximos

Un hombre se protege de la intensa lluvia refugiado en su paraguas.
Un hombre se protege de la intensa lluvia refugiado en su paraguas.

La provincia de Ourense está viviendo el segundo año hidrológico más lluvioso desde que hay registros (los últimos 45 años), y en el caso de la comarca de A Limia, el territorio agrícola más importante de Galicia, este es ya el año más húmedo, superando todos los registros anteriores.

La lluviosa primavera y el inusual primer mes del verano que se ha vivido en la provincia han contribuido a marcar registros históricos en la pluviometría. Como ejemplo, la noche de ayer y esta pasada madrugada, cuando un frente, de dimensiones inusuales, barrió Galicia dejando precipitaciones extraordinarias para un mes de julio en algunos rincones de la provincia. Una situación que se espera permanezca en la primera mitad de hoy lunes.

A falta de dos meses y medio para el final del año hidrológico (octubre-septiembre) 2023/2024, el conjunto de la demarcación hidrográfica Miño-Sil ha recogido 1.440 litros por metro cuadrado, el segundo mayor registro desde que se recogen datos consolidados en el año 1980/1981. Solo el año hidrológico 2000/2001 fue más húmedo que el actual, ya que entonces a estas alturas del mes de julio se habían acumulado 1.891,2 l/m2.

Sin embargo, la situación varía según los distintos sistemas hídricos de la provincia. La comarca de A Limia es sin duda la que mayor anomalía de lluvias está registrando en este periodo, seguido por el sistema Miño bajo. En la parte oriental de la provincia, perteneciente al sistema del Sil, aunque el año es muy húmedo, la anomalía es mucho menos que en los otros.

El sistema Miño bajo ha superado ya los 1.800 l/m2 en estos casi 10 meses de año hidrológico, su segundo mayor registro histórico, aunque aún lejos de los más de 2.300 l/m² que había acumulados en el 2000/2001, periodo marcado por fuertes inundaciones.

El sistema del Limia acumula ya 1.715 l/m2, y en este caso es un récord para los territorios bañados por este río, ya que en aquel lluvioso 2000/2001, A Limia solo había recogido a estas alturas 1.500 litros.

Más atrás en cuanto a registros pluviométricos se sitúa la comarca de Valdeorras y todo el territorio oriental perteneciente a la cuenca del Sil, donde los 1.260 litros recogidos a estas alturas lo convierten en el noveno año más húmedo desde que hay registros. En todo caso, también en la zona del Sil están por encima de su media histórica a estas alturas, con mucha diferencia.

Esta situación ha provocado que este verano la provincia está con las reservas hídricas al máximo y sin riesgo de cortes de agua, habituales otros años durante el periodo estival. La demarcación Miño-Sil tiene hoy más de 2.530 hectómetros cúbicos de agua almacenados en sus embalses, la segunda mayor cifra desde que hay registros en pleno verano.

Así, las presas ourensanas están al 80% de su capacidad a mediados de julio, cuando nunca en los años precedentes superaban el 70% en este periodo.

Primavera lluviosa y verano, de momento, anómalo

Galicia padeció una de las primaveras más lluviosas desde que hay registros y afronta un verano que, según la Agencia Estatal de Meteorología se preveía más seco y caluroso de lo normal. Así lo avanzaron unas previsiones que están lejos de cumplirse.

Primavera muy lluviosa

Durante la primavera (meses de marzo, abril y mayo) las precipitaciones en Galicia fueron un 46% más elevadas de la media del período, con un marzo que calificó de “muy húmedo”, un abril “normal” y un mes de mayo “muy húmedo”. Junio fue de los más lluviosos y fríos de los últimos años.

Previsiones

Las predicciones estimaban un verano “más cálido” y “más seco” de lo normal en toda Galicia. Calificaban como “probabilidad muy alta” de que esto ocurriese y de que acabase este verano entre el 20% de los más cálidos de la historia. De momento, en Ourense, el primer mes del verano ha sido discreto y con hasta una decena de días pasados por agua.

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