Javier Adrados, el biógrafo del pop: " Con Mecano sentí la revelación de mi pasión por la música"

Su pasión por la música le viene de siempre. Desde que descubrió Mecano se convirtió en fan incondicional del grupo y terminó escribiendo varios libros sobre ellos. Hoy, Javier Adrados tiene publicados una decena de libros, todos ellos relacionados con el pop, como la biografía oficial del grupo La Unión. Javier Adrados (Moradillo de Roa, Burgos, 1970) se ha consagrado al mundo de la música y desde hace veinte años es la sombra de Nacho Cano, un artista al que admira y con el que colabora en su actual proyecto “Malinche”, que inicia su tercera temporada de éxito y en la edición especial 30 aniversario del que había sido su primer disco en solitario “Un mundo separado por el mismo Dios”.

¿Cómo nació esa pasión que le llevó a trabajar en el mundo musical?

Es algo que llevo de siempre. De niño escuché en un casete de alguno de mis hermanos mayores “Perdido en mi habitación”, una de las canciones de Mecano que entonces empezaba y ahí fue cuando me enamoré del grupo y me hice fan absoluto, yo creo que hasta me obsesioné. Y entonces empecé a seguirles, en la medida que podía desde un pueblo de la España vaciada como es Moradillo de Roa. Y al hilo de eso fui descubriendo un mundo, el musical y cuanto más lo iba conociendo más me reafirmaba en que quería participar de él. No sabía muy bien cómo, pero quería dedicarme a la promoción musical.

¿Y se fue del pueblo?

Sí me fui a Madrid, con idea de vivir, sobre todo. Porque si me quedaba en el pueblo mis opciones eran muy limitadas: ser labrador o camarero. Llegué a Madrid con una mano delante y otra detrás como se suele decir, y con la ilusión de trabajar para Mecano o en el mundo de la música. Empecé a trabajar de camarero y el día libre me iba a Virgin, donde trabajaba de becario, encargándome de llevar los discos de promoción a las emisoras de radio y cosas así, y ahí fue donde empecé con Nacho Cano, que ya había iniciado su carrera en solitario tras la separación de Mecano.

¿Cuándo fue el salto ya al mundo de la música a tiempo completo?

En 1997, cuando me contrató Sony Music. Ahí estuve trabajando varios años, en los equipos de promoción de gente como La oreja de Van Gogh, Mónica Naranjo, Michael Jackson y fui aprendiendo por el camino, yo soy autodidacta. Antes, al menos en esta profesión no había una formación específica. Y en paralelo comencé a colaborar con diversos periódicos y revistas, como Placet, Efe Eme… y en Shangay, porque yo siempre fui un defensor del movimiento gay, porque además lo soy, y era momento de luchar contra muchas cosas en mi alrededor y colaborar con Shangay fue para mí muy importante.

¿Consiguió trabajar con Mecano?

Conseguí trabajar con los tres integrantes de Mecano, pero ya cuando estaban separados. José María fue con el que menos. Con Ana estuve varios años llevando su comunicación y con Nacho, con el que más. Y a medida que íbamos trabajando nos íbamos haciendo más amigos y ahora ya solo me dedico a él y a sus proyectos. Al margen de que escriba y cosas así, pero a la hora de llevar artistas me he centrado en Nacho Cano.

La lista de artistas con los que ha colaborado es interminable y muy heterogénea: Raphael, Ana Belén, el Canto del Loco, Amaral…

Y tengo gratísimos recuerdos con todos ellos. Por ejemplo, con Rocío Dúrcal.

Al final ha logrado que su pasión fuese su trabajo.

Para mí mi trabajo era y es un sueño. Pero también corres el riesgo de que tu pasión se convierta en una prisión. Me encanta viajar con los artistas, ir a sus conciertos…pero llega un momento en el que te das cuenta que hay otra vida distinta que pasar tu tiempo libre solo en un hotel.

Me hablaba del casete de cuando era niño. Vivió esa época y la del stream. ¿Cambió para peor o para mejor?

Ha sido un cambio tremendo, sí. Yo creo que ambas etapas tienen sus aspectos positivos y negativos. Los discos, los casetes, la espera a que saliese una nueva canción en la radio o a que tuvieses dinero para comprar un disco generaba una emoción que ahora no se vive. Pero ahora tienes la inmediatez y la accesibilidad a música de la que antes no disponías. Hoy da igual donde vivas que puedes acceder a la música.

“La fuerza del Destino”, una biografía sobre Mecano fue su primer libro. Y luego vinieron más.

Sí. Escribí también la biografía oficial de La Unión, “Viviendo al Este del Edén”, otro sobre Mecano y varios más. Y la verdad es que estoy muy satisfecho por la acogida que han tenido y también por el hecho de que tras uno ha llegado otro y otro. Eso significa mucho para mí porque yo no me considero escritor, pero sí percibo que esos libros han suscitado interés, tanto del público como de las editoriales que me han seguido encargando libros.

Uno de ellos fue “Yo tampoco gané Eurovisión”.

Ese es un libro escrito con el corazón y me resultó emocionante que todos los cantantes que representaron a España en Eurovisión respondieron a mis entrevistas. Incluso Julio Iglesias.

Ahora está con el lanzamiento de la tercera temporada de Malinche. ¿Cómo es el musical?

Malinche es la obra culmen de Nacho Cano. Y digo esto de un hombre que ha dado mucho y muy bueno a la música. Tantas canciones y con tanto éxito y que siga teniendo esa capacidad de crear cosas sorprendentes. Nacho tiene esa magia de reinventarse y Malinche reafirma que Nacho es mucho más que Mecano. Son diez años de trabajo, desde la composición, producción… y después de dos temporadas llenando siempre y piensa que hubo que crear un espacio específico para ello, con una carpa en IFEMA, y ahora con la tercera temporada está marcando un hito porque es el primer musical, de producción cien por cien española, que consigue repetir tres temporadas, a partir de un proyecto que nace específicamente para este musical que, desde mi punto de vista es una celebración del mestizaje y un gran alegato contra el racismo.

Desde el punto de vista artístico, ¿Qué destacaría?

Creo que es un musical muy potente en el que Nacho Cano ha hecho gala de un gran talento creativo sin renunciar a nada. Y eso es lo que ha obligado a crear un teatro a propósito, porque ninguno de los que hay en el centro de Madrid tendría la capacidad para albergar un escenario de la magnitud que requiere, con sesenta artistas actuando y unos números muy espectaculares.

¿Tiene algún proyecto a la vista?

El próximo 25 de octubre publico con Warner una edición especial de 30 aniversario del primer disco en solitario de Nacho Cano, “Un mundo separado por el mismo Dios” y ahora estoy dándole vueltas a hacer un juego de mesa basado en el libro que publiqué, “Yo también leía SuperPop”.