Diga 33

Publicado: 24 mar 2025 - 00:00

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Anda intrigado Aloysius porque el otro día su médica de familia le pidió que dijera 33 mientras le auscultaba, un tópico de los más socorridos en el ámbito de las consultas sanitarias, utilizado desde hace décadas por generaciones de galenos.

Pensemos que el Diga 33, todavía hoy, es un símbolo de la práctica clínica tradicional. Al parecer sus orígenes se remontan al siglo XIX, cuando los médicos intentaban evaluar la salud pulmonar y la resonancia de la voz de los pacientes mientras intentaban diagnosticar patologías respiratorias como neumonías, bronquitis o incluso derrames pleurales. Cuando un paciente pronuncia 33 permite al médico evaluar el frémito vocal, la vibración de la laringe y la caja torácica producida cuando hablamos, cantamos o gritamos. Algunos especialistas prefieren hablar de la pectoriloquia o transmisión de la voz a través del tejido pulmonar.

Al parecer sus orígenes se remontan al siglo XIX, cuando los médicos intentaban evaluar la salud pulmonar y la resonancia de la voz de los pacientes mientras intentaban diagnosticar patologías respiratorias como neumonías, bronquitis o incluso derrames pleurales.

Ciertas alteraciones de esta vibración pueden indicar alguna patología broncopulmonar. En una persona sana, la resonancia se percibe de manera difusa y poco clara. Sin embargo, si hay líquido en los pulmones o una consolidación, el sonido se transmite con mayor claridad. Se puede medir colocando la palma de la mano sobre la pared torácica, de forma simétrica y comparativa, mientras el paciente pronuncia un sonido reverberante, como por ejemplo 33.

También servirían otras palabras, como carretera o ferrocarril, y en el mundo anglosajón oh boy oh, toy boat o blue balloons. Los germanoparlantes emplean neunundneunzig, que significa 99. ¿Se acuerdan del éxito de 1984 de la cantante alemana Nina, aquellos 99 Red Balloons?. Pero lo más frecuente es valorar el frémito vocal mediante un estetoscopio. En las películas y en los pasillos de los hospitales no hay médico que se precie si no lleva un fonendo colgando del cuello. Con el avance de la medicina y la tecnología, el uso de la frase Diga 33 ha ido disminuyendo. Hoy en día existen herramientas mucho más precisas para evaluar el estado pulmonar, como la radiografía de tórax, la tomografía computarizada, la ecografía pulmonar o la resonancia magnética. Estas pruebas permiten diagnosticar con mayor precisión cualquier anomalía ademas de la auscultación tradicional. Sin embargo, en muchas regiones del mundo y en las consultas médicas en general, la auscultación sigue siendo una herramienta fundamental, especialmente en contextos donde el acceso a las tecnologías avanzadas está limitado.

También servirían otras palabras, como carretera o ferrocarril, y en el mundo anglosajón oh boy oh, toy boat o blue balloons.

Existe un libro muy recomendable, que no tiene que ver con la Medicina, titulado Síndrome 1933, cuyo autor Siegmund Ginzberg viaja en el tiempo hasta la entronización de Adolf Hitler en una de las sociedades más cultas de Europa que no vio, o no supo, o no quiso ver, lo que al mundo se le iba a venir encima.

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