Opinión

‘Forever’, lo nuevo de Bon Jovi: entre lo dulce y lo salado

Entrar a analizar y a comentar con un mínimo rigor un nuevo álbum de Bon Jovi con la mente abierta en 2024 requiere comprender que desde hace mucho tiempo ya no son la misma banda de hace 40 años. Atrás quedaron los himnos de glam-metal libidinosos y con el torso desnudo de la era MTV; desde que Max Martin puso sus manos en el rejuvenecedor “It’s My Life” en los albores del milenio, Bon Jovi se ha movido musicalmente en un terreno musical que evoca lejanamente el hard rock aunque se centra en un rock mucho más standard, más orientado al público adulto, incluso con pinceladas y hit singles muy pop siempre cargados de cierta nostalgia. Todavía se esfuerzan por llegar al público que les encumbró, y en modo alguno han abandonado su actitud rockera, aunque sean conscientes de que gran parte de ese público ahora este más preocupado por los exámenes de la EVAU de sus hijos e hijas o por los partidos de fútbol de sus equipos, y su música en cierto modo también se acomoda en esos escenarios.

Y eso no tiene nada de malo. Todo público necesita un héroe y Bon Jovi siempre han sido unos héroes para su gente. Su adaptabilidad y capacidad de renovarse les permitió capear la tormenta del grunge, mantenerse en la cima de las listas y llenar estadios hasta bien entrada la década de 2000, mientras muchos de sus antiguos compañeros de viaje atravesaron largas travesías del desierto o se suicidaron artísticamente con malabarismos de lo más increíble.

En su decimosexto álbum, ‘Forever’, Bon Jovi hace un balance de su legado de cuatro décadas, recordando y afrontando el presente a través de 12 canciones pegadizas, por momentos hasta pop, en otros casos haciendo guiños cómplices a sus buenos años de los 80 y en todas ellas, haciendo gala de una madurez creativa que no creo que quepa poner en duda. Tampoco dejemos de lado el hecho de que deliberadamente o no, ‘Forever’ se pone en circulación en un momento en el que el foco mediático ha vuelto hacia la banda merced a la expectación creada en torno a la serie documental de Hulu ‘Thank You, Goodnight: The Bon Jovi Story’, en la que el cantante habla de sus problemas vocales entre otras cosas, junto a las especulaciones sobre una reunión muy esperada por sus fans con el ex guitarrista y co-fundador de la banda Richie Sambora, que probablemente nunca sucederá.

Los fuegos artificiales vocales de “Livin’ on a Prayer” o “In These Arms” desaparecieron hace mucho y obviamente no van a volver,

El cantante se sometió a una intensa cirugía reconstructiva de las cuerdas vocales en 2022, lo que puso en duda el futuro del grupo al menos para las giras. Su voz suena naturalmente desgastada aquí -su vibrato es inestable y hay algunos indicios de corrección de tono-, pero en general, suena sólido y decidido, alcanzando algunas notas altas impresionantes en temas como “Waves”. Los fuegos artificiales vocales de “Livin’ on a Prayer” o “In These Arms” desaparecieron hace mucho y obviamente no van a volver, pero aquello de que el que tuvo retuvo se cumple a la perfección en el caso de Jon Bon Jovi.

El disco comienza con “Legendary”, que como era de esperar, es pegadiza y muestra que la voz de JBJ, en cierta medida por esos problemas vocales, ahora suena mucho más matizada, aunque es una buena opción para abrir el disco. Un tema en el que celebra los placeres sencillos de los buenos ratos con los buenos amigos y de una mujer que le ama y le apoya. “We Made it Look Easy”, hubiera sido con otra producción todo un hit en los 80, aunque nunca habría entrado en las listas de hard rock. “Living Proof” se lanza con un riff que inmediatamente trae a la memoria, sobre todo por el sonido de las guitarras su clásico “Livin´On A Prayer” sin perjuicio de que también recuerde mucho a “Have A Nice Day”. Y el solo podría ser perfectamente de Richie Sambora.

“Waves” comienza con unas melodías y una cadencia que es directa heredera de “Wanted Dead Or A Live” antes de cambiar a un rock standard, pegadizo y que no sería una mala opción como single. Otros temas de ‘Forever’ también recuerdan con éxito los días de gloria de Bon Jovi en los años 80 y principios de los 90: “The People’s House” bien podría ser la versión 2024 de “Keep the Faith”, mientras que en otro contexto, en “Seeds”, su voz es entrecortada, lo cual crea una atmósfera cómplice que refuerzan los arreglos de cuerda y los sintetizadores. Similar resulta la balada de piano estilo Elton John que ha titulado “Kiss the Bride”, otra canción llena de emotividad y que vuelve a recordarnos que Bon Jovi siempre supieron desenvolverse muy bien en el terreno de las power ballads, aún cuando le sobre mucho del empalagamiento meloso que la envuelve. “Walls of Jericho”, que tiene un inicio realmente impactante, avanza y suena como un Bruce Springsteen al final de su carrera. El gancho se asienta y funciona, pero nadie puede hacer tantos “na-na” excepto Springsteen y Journey. El tema resulta demasiado facilón y parece sacado del congelador tipo descarte de otras grabaciones. Funcionará en directo, eso sí, que a nadie le quede la menor duda.

El nivel del disco decae a medida que nos acercamos al final. “I Wrote You a Song” es el tipo de canción prototipo para un programa de talent-shows de televisión. “Living in Paradise” es alegre, pegadiza, es 100% Bon Jovi, pero necesita una banda de rock que impulse la dinámica de la canción para que realmente se perciba la emoción. Se queda en un quiero y no puedo.

Es comprensible que mirando hacia atrás – lo decíamos antes: Bon Jovi siempre han jugado muy bien con el efecto nostalgia- aparezca en este álbum una canción como “My First Guitar”, pero si estás volviendo de verdad a recordar tu pasado con una historia sobre tu primera guitarra, debes hacerlo con fuerza, como en “Shooting Star” de Bad Company o “Juke Box Hero” de Foreigner. Suena poco creíble escuchar un estribillo que dice que estoy enamorado de mi primera guitarra con el acompañamiento de un ágil himno pop. Creo que una canción sobre la primera guitarra debe presentar MUCHA más guitarra, en lugar de pistas breves y superficiales. Una historia así merece otro tratamiento musical, que transmita y comunique ese sentimiento. Aquí no lo han logrado, y dudo de si lo pretendían.

Sin embargo, justamente la última canción del álbum es para mí quizá la mejor. “Hollow Man”, tiene guiños muy atractivos y sugerentes tanto de “Mother” de Pink Floyd como de “On the Road Again” de Bob Seger. Es una de las mejores canciones del álbum y me parece muy acertada esa cadencia de rock sureño que ha imprimido al tema y la calidez de las guitarras, muy típicas del rock americano de los 70.

Aunque cabría haber exigido al grupo habida cuenta de su nivel, su trayectoria y su calidad algo más de originalidad y de elaboración, ‘Forever’ es un disco que gustará a sus fans, no deja de ser un trabajo propio de una banda madura, que ha evolucionado de manera coherente con los tiempos que les ha tocado vivir y que se deja escuchar con agrado. No cambiará la vida de nadie, pero tampoco lo pretende. Canciones agradables que acompañarán muchos viajes por carretera en las próximas vacaciones de verano.

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