Miguel Ángel Blanco: in memoriam. Sus asesinos al poder

Publicado: 11 jul 2024 - 23:41 Actualizado: 13 jul 2024 - 20:23

Miguel Ángel Blanco Garrido, hijo de orensanos -Miguel, un albañil de Xunqueira de Espadanedo, y Chelo, de A Merca, lugar donde descansan los restos de Miguel Ángel- fue un español humilde y generoso asesinado por la ETA el 13 de julio de 1997. Hace treinta y siete años. Tiro en la nuca era el mensaje político de los asesinos. España se conmovió, tanto como ahora parece haber olvidado.

El lunes 21 de junio de 1993 era asesinado junto a seis compañeros más el teniente coronel Fidel Dávila, primo hermano del que les escribe. Treinta y un años. Sé de lo que les hablo. Coche bomba era el mensaje político de los asesinos.

Somos muchos los españoles que llevamos la herida abierta y no se nos cicatrizará jamás. No admitimos olvido ni lo queremos.

No es historia, sino herida en carne viva de lo que ha sido la victoria de los pistoleros elevados a la categoría de gobernantes. Porque los que han ganado han sido ellos: la banda terrorista ETA.

El terrorismo sigue siendo protagonista en España. Es tal el nivel alcanzado que ocupa las instituciones, los gobiernos o lo facilita al que lo preside. La ETA dirige y conduce la política en España. Terrorismo no es solo pistolas y bombas, sino que hay mucho más; las guerras no solo se hacen con misiles, sino que hay procedimientos más sutiles y aparentemente melifluos para hacer creer lo contrario de lo que está ocurriendo.

La guerra solo pretende una cosa: dominar la voluntad del enemigo e imponer la propia. Esto es una guerra oculta bajo la cobardía política.

El terrorismo usa la traición y la cobardía para someter e imponer su voluntad. Son un atajo de cobardes constituidos en banda de pistoleros. Personalmente los he visto hacerse de todo encima mientras lloraban cobardemente cuando eran detenidos. Pero han vencido.

¿Cómo y por qué? Usted y yo lo sabemos, pero nos es más fácil mirar para otro lado. No es la primera vez que algo así ocurre en España.

No hay ETA política, ni militar, ni político-militar, no hay nada de eso, solo una panda de asesinos dirigidos, teledirigidos por la peor calaña de políticos que ha dado la tierra y que esperaban su oportunidad para recoger el fruto del asesinato.

El terrorismo de la ETA ha logrado su objetivo: imponer su voluntad y someter a su enemigo, que era España y los españoles. Para ello ha asesinado a cerca de mil inocentes, pero eso está ya olvidado y el procedimiento de las pistolas y la bomba, del tiro en la nuca, ha dado resultado.

Nadie que haya heredado o rozado la ideología etarra debería estar autorizado legalmente a formar parte de las instituciones o administración del Estado.

Las víctimas llevan camino de ser culpables. Así, el homenaje a Miguel Ángel Blanco cada vez se hace menos intenso y más repugnante es la política de sus asesinos ahora en el poder con nombre ficticio.

Fue el llamado ¡voto de calidad! de un Tribunal Constitucional amañado el que reconoció la herencia de la ETA en contra del Tribunal Supremo.

Si ven que el proceso actual les falla, volverán. Tiro en la nuca, coche bomba, terror cada día.

Conviene no olvidar aquello para poder explicarnos de dónde venimos y a dónde vamos. Para las generaciones que vienen.

Todo está consumado.

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