Arturo Maneiro
PUNTADAS CON HILO
El Prestige del Gobierno sanchista
Partiendo de los últimos datos publicados sobre el número de sacerdotes en el mundo, podemos hacer una afirmación indiscutible: el número de sacerdotes católicos no deja de crecer en África y Asia. De modo particular, África es el presente y futuro de la Iglesia católica. En cambio, las vocaciones sacerdotales en Europa, América y Oceanía disminuyen cada vez más. Ante las cifras estadísticas -siempre frías y con diversas interpretaciones posibles- no falta quien hace de profeta de un futuro cercano en el que, en países como España, sea difícil encontrar un sacerdote católico.
En cambio, la esperanza cristiana -siempre realista, pero dejando a Dios ser Dios- nos mueve a reconocer que caminamos hacia una Iglesia española más pequeña en número, pero muy viva y misionera. Si analizamos los datos del “éxito” de conciertos como los del grupo católico Hakuna, la participación y conversiones en retiros de jóvenes como Effetá, o simplemente si recordamos el encuentro de españoles el verano pasado en Lisboa con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, hay otra afirmación indiscutible: en España hay muchos jóvenes católicos, con profunda vida cristiana, con ansias misioneras y cansados de una sociedad tan polarizada y secularizada.
Por tanto, ¿es posible ser sacerdote en el siglo XXI?; ¿tiene la Iglesia que planificar un plan pastoral sin sacerdotes?; ¿hay futuro para los seminarios en España?; ¿quedan jóvenes entre nosotros que se planteen la vocación sacerdotal?
Todas estas preguntas tienen respuesta. Hoy, en pleno siglo XXI, hay jóvenes católicos, y hay entre ellos quienes se plantean la vocación sacerdotal. Son casi mil los seminaristas que hay hoy en España y ellos son la mejor prueba de un futuro lleno de esperanza. Aún así, siempre habrá que seguir trabajando en una pastoral vocacional que muestre la vida como vocación y proponga los diversos caminos de vida cristiana, pero sin dejar nunca de proponer con valentía el sacerdocio como un camino apasionante de entrega a Dios y a los hermanos. Por eso, el lema del Día del Seminario de este año 2024 es una súplica: “Padre, envíanos pastores”. Las vocaciones sacerdotales son fruto de la oración y del trabajo de todos.
En nuestra Diócesis de Ourense, gracias a Dios, contamos con tres seminarios: el Seminario Menor “A Inmaculada”, el Seminario Mayor “Divino Maestro” y el Seminario diocesano, internacional y misionero “Redemptoris Mater”. Son cerca de veinte los chicos que se están preparando al sacerdocio en estos centros y soñamos con que sean más. ¡Dios sigue llamando! ¡El sacerdocio es una vida apasionante y quien la viva con fidelidad será plenamente feliz!
Si algún joven tiene dudas y siente en su corazón la llamada de Dios, solo podemos decirle: ¡No tengas miedo! ¡Dios no se deja ganar en generosidad! ¡Sé valiente! ¡Reza y busca un buen sacerdote que te acompañe! ¡Ven a conocer el Seminario!
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Arturo Maneiro
PUNTADAS CON HILO
El Prestige del Gobierno sanchista
José María Eguileta Franco
DIARIOS DO PASADO
Que nos fixo humanos?
Itxu Díaz
CRÓNICAS DE OTOÑO
Nada más navideño que una nueva ilusión
Gonzalo Iglesias Sueiro
Verdad o ficción
Lo último
A varios organismos
Honduras denuncia a Trump por injerencia en sus elecciones
ESTATUAS PROFETAS JEREMÍAS Y EZEQUIEL
Santiago recibe las esculturas del Pórtico de la Gloria tras 70 años fuera de la ciudad
PROGRAMACIÓN NAVIDAD 2025
El centro comercial Ponte Vella arranca su programación navideña con ocio, talleres y visitas mágicas