Churrasco y pinchos gratis en Ourense con bonos comercio suplantados

El uso fraudulento de los bonos comercio de 100 euros que lanzó el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, para cada vecino, poco antes de las elecciones de 2023, sumó un nuevo condenado tras el primer juicio del pasado miércoles. Adolfo Brais C.R. aceptó seis meses de cárcel por tres bonos.

 Ayer también desfiló Brais P.S. por el Juzgado Penal 2, acusado de un delito continuado de estafa. Según reconoció, empleó cinco bonos obtenidos con datos personales de otros vecinos de la ciudad. Además, tiene pendiente otro procedimiento penal por el uso indebido de ocho bonos más. Fueron por separado las denuncias en vez de acumularse en un mismo procedimiento penal, tal como sería lo normal para no verse perjudicado.

El inculpado aceptó ayer seis meses de cárcel y el pago de 500 euros en concepto de responsabilidad civil que pagará en plazos de 30 euros al mes.

Si en el primer caso juzgado el infractor se inclinó por la compra de productos tecnológicos, Brais P.S. utilizó los bonos, que había obtenido suplantado la identidad de sus titulares, para el pago de productos en una tienda de alimentación, en una parrillada de la calle Ervedelo y una tapería de la zona de Vinos. El Concello tuvo que entregar un nuevo bono a los vecinos de la ciudad perjudicados.

Macroinvestigación de la Policía Nacional

Distintos asuntos penales relacionados con los bonos comercio del Concello llegaron a los juzgados desgajado de una amplia investigación de la Policía Nacional que culminó en marzo del pasado año con la detención de A.B., un joven de 24 años al que se le atribuyeron 126 delitos de estafa y falsedad documental. El grupo tecnológico de la Policía Judicial de Ourense asegura que este último se valió de conocidos y colaboradores para el uso fraudulento de los bonos a cambio de parte del botín.

Según la Policía, se valía de terceras personas para la adquisición de los productos que el supuesto cabecilla solicitaba en diferentes tiendas de la ciudad, principalmente de carácter tecnológico. Este, a su vez, “compensaba” dicha intermediación entregando más bonos comercio, esta vez ya para uso personal de los colaboradores, es decir, que los podían gastar ellos mismos.