Ourense se consolida al frente de la fabricación de bolsas

La fabricación de bolsas de plástico para comercios y particulares, así como embalajes con distintas funciones, sigue teniendo un peso importante en la economía ourensana, contando con dos de las veinte empresas españolas líderes en la fabricación de estos productos: Inplanor Bioreciclados de Galicia (Inplanor) y Manufacturas Ibéricas (Maniber), que durante los últimos años han afrontado diferentes procesos de modernización de sus factorías, situadas ambas en el parque empresarial de Seixalbo. 

Según el Estudio Económico del Packaging (Hispack), la provincia se sitúa junto a Murcia, en la quinta posición a la hora de fabricar bolsas y embalajes plásticos de España, después de las grandes urbes como Madrid, Barcelona, Valencia o Alicante. En este contexto, las compañías ourensanas ven con preocupación la normativa europea que establece el año 2030 como fecha límite para que todos los elementos plásticos sean reciclables. Inplanor tomó medidas en ese sentido hace ya 15 años al ser la primera empresa gallega y una de las cuatro primeras españolas en empezar a producir bolsas a partir de la fécula (almidón) de la patata y el trigo, y en 2021 realizó una renovación de sus instalaciones para incorporar paneles solares de autoconsumo a su factoría del parque empresarial de Seixalbo, invirtiendo casi 390.000 euros en ese proyecto, que contó con ayuda de los fondos Next Generation. Encabezada por Emilio Pazos, llegó a estar entre las 120 mayores productoras nacionales de embalajes plásticos, y su volumen de ventas alcanza los seis millones de euros, con más de una treintena de trabajadores. 

1,5 millones invertidos

Han pasado 20 años desde que Fernando Fernández Tapias vendiera la propiedad de Maniber al grupo coruñés Inversiones Caamaño, que desde entonces ha hecho una inversión sostenida en la compañía ourensana, que se encuentra ahora mismo dentro del top 100 de productores nacionales de artículos plásticos, rondando la producción de 800 toneladas de embalajes anuales, destinadas mayormente a supermercados y empresas de alimentación.

Este mismo año, Inversiones Caamaño reforzó su apuesta por Seixalbo invirtiendo en el polígono 1,5 millones de euros para la construcción de “un complejo de oficinas y una nave logística, además de otros espacios de apoyo”, señalaba Cesar Jesús Otero, arquitecto de la obra. La inversión también contempla la reforma interior de las actuales oficinas. Todo el complejo ocupa en estos momentos 7.000 metros cuadrados en Seixalbo, desde donde la compañía factura más de 18 millones de euros, y en 2023 tuvo 1,9 millones en beneficios.