La solidaridad de Raquel y la valentía de Nadeer Deeb ante un atraco en Ourense

Nadeer Deeb llegó a Ourense hace solo cuatro meses acompañado de su familia, con la intención de forjar una nueva vida como refugiado en un lugar más seguro. La tranquilidad y la ausencia de problemas fueron los principales atractivos de un país al que se mudó con la pretensión de convertirlo en hogar.

“Me sorprende que viniendo de Palestina o Ucrania, la primera vez que me pase algo así en mi vida sea aquí en España”

Es por esto que haber sido víctima “precisamente aquí” de un suceso como el ocurrido el pasado Jueves Santo, le resulta tan sorprendente. “Sigo en shock porque me sorprende que viniendo de Palestina o Ucrania, la primera vez que me pase algo así en mi vida sea en España”, reconoce el hombre de origen palestino, víctima de un intento de atraco a plena luz del día en una oficina bancaria ubicada en Curros Enríquez.

El acto delictivo se quedó en un simple intento gracias a la valentía de Nadeer, que se enfrentó al ladrón y forcejeó hasta que este arrojó el cuchillo al suelo, inmovilizándolo posteriormente hasta que llegó la policía. El cuerpo de seguridad acudió avisado por Raquel, una joven que se disponía a sacar dinero cuando se vio sorprendida por la actitud sospechosa del mismo hombre que después intentaría hacerse con el dinero de Nadeer. Fue su voluntad la que hizo que se quedase presenciando la escena a esperas de los agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local, evitando además que otras parejas entrasen al banco y se convirtieran también en víctimas de la situación: “Le dije a un matrimonio que no pasara porque solo faltaba que si escapaba con el cuchillo, se llevase a alguien por delante sin querer”. Aunque no todos los transeúntes mostraron la empatía de Raquel, y fueron muchos los que siguieron su camino ajenos a una realidad en la que también podrían haberse visto implicados.

Dos días después de los hechos, detalla Nadeer a este periódico lo curioso de la situación, que en ningún momento llegó a asustarle en demasía: “Le dije que no entendía bien el castellano y que no sabía qué me estaba diciendo. Me sorprendió que me atracase a mí, que soy bastante más grande que él”. Recuerda con cierto humor en su voz la bolsa que llevaba el ladrón y se muestra intrigado por conocer algo más de él, empatizando con su intento de atracador y reconociendo que no le gustaría que fueran muy duras las consecuencias de lo ocurrido porque no sabe la situación personal que puede estar pasando él o su familia. Aunque se muestra completamente agradecido a Raquel por ser -en parte- su salvavidas, espera guardar este hecho como algo excepcional y mantener así la percepción de la ciudad ourensana como un espacio tranquilo y seguro.