El Penal número 1 de Ourense acogió ayer el tramo final de un juicio por delito de daños en un accidente de tráfico. Los hechos tuvieron lugar en Calvos de Randín, cuando un varón invadió, supuestamente, el carril contrario con su vehículo chocando frontalmente con otro. Además, el conductor del primer vehículo dio positivo en alcohol.
El proceso, que fue suspendido hasta en tres ocasiones, tuvo ayer su final con la lectura de las conclusiones y el testimonio de un agente de la Guardia Civil, quien ratificó el positivo del acusado en alcohol tras ser sometido a una analítica en sangre.
“Mi defendida es una mujer a la que le ha cambiado la vida por completo. Ha visto reducida su vida sexual, no puede hacer deporte, tiene una cojera permanente, secuelas y perjuicio físico y psicológico. El informe cifra su discapacidad en un 33%”, explicó con severidad el abogado de la afectada. A pesar de esta situación, aseguró que su clienta “no quiere tirar la toalla y convertirse en un parásito con solo 35 años”.
Por su parte, tanto la abogada de la compañía de seguros como la encargada de la defensa consideran excesiva la indemnización cifrada en 330.000 euros. Además, la defensa solicitó la absolución debido a que “su cliente no autorizó en ningún momento que le sacaran sangre para realizar la prueba de alcoholemia”.
