Opinión

DUDAS

Estos días ha circulado por algunos medios electrónicos la noticia de que el Gobierno ha manipulado los datos del PIB durante 2008 y 2009. En lugar de haber caído 3.1 puntos porcentuales, el informe que ha corrido como la pólvora por las bolsas y demás terminales económicas y financieras cifra la bajada en 17 puntos. Nada menos que, según estas fuentes, catorce puntos porcentuales de maquillaje.


Es muy difícil dar pábulo a estas informaciones. Si se engañara al pueblo con este descaro, tarde o temprano la verdad florecería, de una u otra manera. Por eso, cuando se deslizan en la opinión pública noticias de este calado es conveniente contrastarlas de alguna manera. Si no tienen fundamento alguno, deben tener el tratamiento que corresponde. Ahora bien, si existen visos de verosimilitud es conveniente que las autoridades competentes expliquen punto por punto dónde están los errores y cuáles son los datos correctos.


Desde luego, cuando se conocen algunas de las razones del reciente relevo en el Centro de Investigaciones Sociológicas del Ministerio de la Presidencia español, algunas dudas, más o menos fundadas, nos asaltan. Dudas que provienen sencillamente de la metodología que en estos años de desgobierno preside la actuación del poder ejecutivo. Los objetivos, como sabemos, han de alcanzarse como sea. La crisis se negó sistemáticamente cuando era un clamor obvio en todo el mundo. Se reforma la Constitución por medios inadecuados. Se lee e interpreta la Carta Magna a conveniencia. Los precedentes acerca de la manera en que el Gobierno expone la verdad real de lo que pasa y los medios que utiliza para orientarla en función de sus intereses nos algunas pistas para reflexionar sobre la información oficial que se facilita a la opinión pública.


En ocasiones, determinadas terminales mediáticas, en lugar de informar, juegan a la desestabilización. Es verdad y debe rechazarse por indigno. Los medios deben informar y cuando opinan, fundar lo mejor que puedan valoraciones y comentarios. Una información como la que motiva el artículo de hoy es tan grave que su publicación ha de ir precedida de contraste entre los autores de este informe confidencial y las autoridades en la materia.


Sembrar la duda de que este Gobierno miente y manipula es muy grave y debe acreditarse convenientemente. Los precedentes, sin embargo, abonan en alguna medida la tesis del engaño y de la interpretación interesada. El informe extraoficial afirma que el Gobierno ha ocultado catorce puntos porcentuales de caída del PIB en 2008 y 2009. Tal noticia hay que argumentarla con todo lujo de detalles, más allá de análisis comparados. La propia UE ha rebajado las expectativas de la ministra de Economía española, pero nunca ha dado a entender que la caída del PIB español sea de la magnitud que refleja el informe de marras.


En cualquier caso, dentro de no mucho sabremos si este Gobierno dijo la verdad o si se dejó llevar, también el terreno de la comunicación, por el uso alternativo del poder de que hace gala desde que en 2004 tomó el poder en las elecciones generales de ese año. Pronto lo sabremos.

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