Bajo el nombre de “Amor subterráneo”, Taïn debuta con un proyecto con el que deja atrás su nombre artístico de Alem y el rap y los ritmos urbanos para abocarse a un pop rock con letras que buscan eternizar el amor, romantizar la culpa y convivir con la ansiedad, creando canciones que capturan el sentir del adolescente que es.
Logros como “Sinergia” (2020), bajo el nombre de Alem, y conciertos multitudinarios como telonero de la gira de Trueno en Galicia, no alcanzaron para que decidiera dar un giro rotundo a su carrera, con el fin de explorar nuevas sonoridades con su guitarra eléctrica. El resultado es una aceptación muy positiva de su público.
¿Por qué la decisión de cambiar de los estilos rap y urbano al pop rock, cuando ya tenías iniciado el camino profesional?
Surgió como algo natural. Desde el principio tuve una tendencia melódica a la hora de hacer canciones y eso evoluciona hasta día de hoy. En el rap eras menos rapero y estaba mal visto desarrollar tu estilo entonando y hablando de sentimientos; en algunas partes de España lo denominan “rap rosa”. Pero hay infinitas posibilidades de crear canciones más allá de un loop. Al descubrir como sonaba una canción con una guitarra eléctrica original, me enamoré del sonido. Siempre me sentí cómodo cantando y de esta manera lo puedo explotar al máximo.
¿Cuál es el feed back de tu público en particular con tu cambio de estilo y en general con tu obra?
Tanto en mi antigua etapa de Alem, como en mi actual etapa con Taïn, mi público siempre reaccionó bien a todos los estilos y tipos de letra que saqué. Las canciones dependen mucho del momento vital que estás pasando y seguro terminen haciendo que resuene algo dentro de ti. En general, lo que hago le tiene gustado mucho a todo el abanico de edades que me escucha, lo cual también es una muy buena noticia.
¿Te marca en algún modo tu origen gallego?
Sinceramente, es lo que más me marca y lo que más me ayuda a escribir. Tenemos una geografía tan variante en tan poca extensión que puedes encontrar todo tipo de paisajes a sólo una hora de camino. Y, ¿por qué hago referencia a la geografía? Porque una de las maneras mediante la que consigo entrar en calma conmigo mismo es yéndome a mis refugios personales. Puede ser una playa perdida, puede ser mimetizándome con la naturaleza en un sendero por el medio del bosque o subiendo a lo alto de un monte para ver el atardecer. Siempre me ayudó a escribir y a refrescar ideas, y eso, sin estar en Galicia, es mucho más difícil de conseguir.
