PRIMERA DIVISIÓN

La nueva vida de Hugo Álvarez, la estrella de Ourense que le dio media salvación al Celta

El futbolista ourensano Hugo Álvarez celebrando un gol clave para la permanencia del Celta. A su lado, Iago Aspas y Óscar Mingueza. (Foto: RC Celta).
photo_camera El futbolista ourensano Hugo Álvarez celebrando un gol clave para la permanencia del Celta. A su lado, Iago Aspas y Óscar Mingueza. (Foto: RC Celta).
El ourensano Hugo Álvarez le dio al Celta de Vigo una victoria clave para la permanencia del equipo gallego en Primera División

En los últimos años no es muy habitual que un futbolista de Ourense acabe llegando a la élite. Sin embargo, con la nueva perla del Celta de Vigo, la cosa parece que está a punto de cambiar. Hugo Álvarez (Ourense, 2003), canterano de 20 años del conjunto celeste, ha acabado su coronación con un gol y una asistencia que pueden significar la salvación de los gallegos.

Focos, premios y ahora cifras acompañan a un Hugo Álvarez que siempre ha tenido claro que su mente y su corazón pertenecían al Celta, pese a los cantos de sirena que sonaron durante buena parte de su infancia.

En una entrevista al programa “El Partidazo” de la cadena Cope, nada más acabar el partido del miércoles, recuerda aquellos años: “Teníamos un autobús que nos recogía en Ourense a las cuatro de la tarde y nos traía de vuelta sobre las diez de la noche. Fue etapa muy bonita, íbamos muchos de Ourense y lo pasábamos muy bien”.

En Vigo su nivel tampoco tardó en llamar la atención y Real Madrid y FC Barcelona llamaron a una puerta cerrada a cal y canto: “Siempre hay algo, pero mi corazón está aquí y es del Celta”.

Apostó por quedarse cerca de casa y hasta hace poco seguía viviendo en Ourense y viajando a Vigo casi a diario. Ahora, como profesional, vive de alquiler y con su padre, Valentín, como compañero de piso.

Los inicios en Ourense

Con familia de Lobios pero residente en el barrio de O Vinteún, Hugo comenzó sus andaduras en el fútbol jugando al fútbol sala en el colegio Divino Maestro antes de hacerlo en el Ponte Ourense. Rápidamente su destino cambiaría, y acabó recalando en la cantera del RC Celta.

Lo hizo a la edad de benjamín, y allí fue creciendo con futbolistas y amigos que, algunos, continúan en la élite del fútbol. Poco a poco evolucionaba en la cantera celeste y desde bien pequeño los trofeos no tardaron en llegar. En el 2015, el Alevín A de Álvarez vencía al Inter de Milán por 2-1 y se llevaba el Mundial de Clubes.

Hugo Álvarez (abajo a la izquierda), tras ganar el Mundial de Clubes con el Alevín A del Celta. (Foto: RC Celta).
Hugo Álvarez (abajo a la izquierda), tras ganar el Mundial de Clubes con el Alevín A del Celta. (Foto: RC Celta).

Con todo esto, Barcelona y Real Madrid se interesaron por el ourensano, llegando a entablar conversaciones por sus padres, pero finalmente rechazarían las propuestas para quedarse en Vigo. "Fue un acierto", decía el protagonista en una entrevista para la TVG.

Protagonismo en la cantera y debut en Primera División

Hugo Álvarez apostó por quedarse cerca del hogar. Tanto fue así que hasta hace poco vivía en su casa de Ourense, y viajaba a Vigo a diario. Fue quemando etapas año a año hasta establecerse en el Juvenil A.

La sorpresa llegó el día 25 de octubre del 2021, fecha que difícilmente olvidará. El de Ourense no había pisado el Celta B y fue directamente convocado con el primer equipo. En el minuto 80 de un Getafe-Celta, el entrenador Eduardo Coudet hizo debutar a Hugo Álvarez sustituyendo a Denis Suárez.

Una pieza clave en el filial

Tras el premio del primer equipo, el joven celtista daría el salto al Celta Fortuna (filial del equipo vigués), donde se asentaría. En este aspecto, fue clave un nombre que le acompañaría a lo largo de sus últimos éxitos, el de su entrenador Claudio Giráldez. El técnico de O Porriño, que también fue futbolista del extinto C.D. Ourense, utilizaría a Hugo como una de sus piezas clave en el 3-4-3 de su esquema habitual.

Así, el jugador ourensano sumaría más de 2.500 minutos con la elástica del Fortuna, registrando dos goles y cuatro asistencias y ayudando al equipo a jugar los playoffs de ascenso a Segunda División. Finalmente, el Celta no conseguiría ascender tras caer ante el Eldense, pero esa temporada solo sería el comienzo de un jugador que comenzaba a asomar la cabeza seriamente.

La temporada actual: ostracismo con Benítez, pilar con Giráldez en su "nueva vida"

La llegada de Rafa Benítez al banquillo del primer equipo del Celta supuso un aluvión de optimismo en la cúpula del celtismo. Un entrenador contrastado, con un largo palmarés y un currículum que registraba experiencias por los mejores equipos del mundo.

Sin embargo, los resultados no fueron para nada como se esperaban, y una de las críticas más recurrentes al entrenador madrileño era la poca participación que daba a los jugadores de la cantera. Hugo Álvarez, sin embargo, jugaría un minuto más el tiempo extra del Celta-Betis disputado el pasado 3 de enero de 2024, siendo su primera participación con "los mayores" en la temporada. Ese fue el tiempo que necesitó para dar una asistencia y ganar el partido.

A partir de ahí, media hora contra la Real Sociedad y cuatro minutos frente al Almería. Así se saldó el número de minutos del de Ourense con Benítez al mando.

Todo cambió el 12 de marzo del presente 2024, cuando el RC Celta anunció el despido de Benítez. ¿Su sustituto? Un Claudio Giráldez que no tenía experiencia en la élite, pero que había hecho maravillas con un Celta Fortuna que tenía a Hugo como uno de sus pilares.

Desde la llegada del nuevo entrenador, Hugo Álvarez ha sido un fijo. Con la valentía del técnico porriñés de alinear a un futbolista de 20 años en medio de una crisis de resultados heredada, el joven respondió con creces. Tanto fue así que fue elegido mejor jugador del Celta en el mes de marzo.

Un gol que puede valer una permanencia

Solo ha habido un partido en el que Álvarez no haya sido titular, el Celta-Athletic Club del pasado miércoles 15 de mayo. Con tres partidos en 7 días, Giráldez debía hacer rotaciones para cuidar el estado físico de sus jugadores, y varios de los menos habituales partieron de inicio.

Con el equipo necesitado de una victoria, el Celta se fue al descanso con un 0-1 en contra. Claudio Giráldez activó la operación rescate: Iago Aspas, Óscar Mingueza y Hugo Álvarez saltaron al terreno de juego en el minuto 45. Lo hicieron con la misión de darle la vuelta al partido, y hubo uno que cumplió su papel a la perfección.

Situado en la banda derecha, el ourensano tiró un doble caño a los defensores del Athletic y le dio un balón franco a Williot Swedberg para que empatase el partido. Tan solo dos minutos después, cogió el balón en tres cuartos del campo y le pegó a gol. A golazo.

Así remontó el Celta un partido clave para la permanencia, con un Hugo Álvarez que salió elegido MVP del partido de forma casi unánime. De este modo, los 21.300 espectadores que acudieron a Balaídos se fundieron en un cántico a favor del futbolista.

Hugo Álvarez, una estrella de lo más normal

En un mundo en el que a los jóvenes futbolistas que destacan se les atosiga con representantes, marcas u ofertas, la vida de Hugo ha sido de lo más normal. Una faceta que cabe destacarle a sus padres, Valentín y Pepa, que cada partido esperan a su hijo a la salida del Estadio de Balaídos. Mientras sus compañeros se alejan a por sus lujosos coches, Hugo sale a pie por la puerta principal, parándose 5, 10 o los minutos que haga falta firmando autógrafos y sacándose fotos antes de abrazar a su familia.

Para los ourensanos es habitual encontrase a Hugo Álvarez haciendo cosas de lo más normales. Su hermano Anxo juega en el equipo cadete de la UD Ourense, al que ve jugar cuando puede hacerlo, y también ha disputado últimamente algún torneo universitario con amigos. Orquestas, campos de categorías inferiores o cualquier escenario de lo más cotidiando se mezclan con los focos de un Hugo Álvarez que ya apunta a ser la nueva gran perla del fútbol gallego.

Aunque también ahí se quita pompa: “Iago Aspas no habrá otro. Yo voy a ser Hugo y voy a intentar hacerlo lo mejor posible siempre. Mi corazón es celeste y estaré orgulloso de hacerlo todo el tiempo que pueda”. Y Ourense de verlo a él

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