DULCES LATINOS

Ángela Castaño, dueña del Trapiche Market: “Las golosinas latinas nos dan un poco de calor de nuestro hogar”

Ángela Castaño junto a su hija Valentina en Trapiche.
photo_camera Ángela Castaño junto a su hija Valentina en Trapiche.

Ángela Castaño nos cuenta la historia de como acabó siendo la dueña del Trapiche Market

Ángela Castaño migró a Ourense en busca de un lugar tranquilo y seguro donde poder criar a su hija Valentina. Originaria de Colombia, ahora se encarga de administrar Trapiche Market, un pequeño local en la avenida de Buenos Aires del que es dueña, junto a su marido, desde hace un año.

El esposo era mecánico. Un día, reparando una moto en el taller, el dueño del vehículo le preguntó si conocía a alguien a quien pudiera traspasar el negocio. Ambos fueron a visitar el local de productos venezolanos, y según apunta Castaño se “enamoraron” de la tienda. Bautizándola, posteriormente, con el nombre de Trapiche, por la antigua maquinaria que se empleaba para extraer el jugo de la caña de azúcar. Tras el traspaso, la propietaria pensó en darle un nuevo concepto a la tienda ampliando la gama de productos.

“En la diversidad está el éxito”, señala la colombiana.

Las mismas clientas fueron quienes le enseñaron los productos que precisaban. Castaño fue moviéndose para encontrar diferentes distribuidores y terminó trayendo productos de Brasil, Colombia, República Dominicana, Argentina y Chile. Actualmente, está en proceso de traer productos de México, pues es “genial tener un poquito para todos”.

Al colombiano nos da mucha nostalgia un producto que se llama el Chocoram (bizcocho bañado de chocolate), es un producto sencillo pero ha sido nuestra golosina desde niños”

Castaño recuerda un día en el que una clienta encontró en una de las baldas una golosina propia de Venezuela llamada Bocadillos San Franscisco. El producto es una confitura de plátano de sabor muy dulce. La clienta se emocionó al rememorar su niñez, pues su padre siempre le regalaba uno al llegar del trabajo. “Le recordó lo que dejó atrás, que no es nada fácil”, señala.

Aunque el producto más vendido en la tienda de Castaño sea el plátano maduro son los dulces como las galletas Festival lo que más transporta al tiempo pasado.

Las golosinas latinas nos dan un poco de calor de nuestro hogar”, señala.

Castaño mantiene una comunicación directa con muchos locutorios de la ciudad con el objetivo de que los precios sean homogéneos, asequibles y evitar “especular con la situación”. 

La tienda también sirve como locutorio, generando una red de comunicación entre familiares y migrantes.

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