Al menos un muerto y treinta heridos en un ataque suicida en Indonesia

Yakarta, 15 abr (EFE). Al menos una persona murió y otras treinta resultaron heridas al explotar hoy una bomba en una mezquita ubicada en una comisaría policial en el oeste de Indonesia, informaron fuentes policiales.
(Añade datos, declaraciones y actualiza heridos)El artefacto estalló al término de la oración del viernes en la ciudad de Cirebon, donde hace dos meses las fuerzas de seguridad evitaron que se produjera un hecho similar en otra mezquita.

'Fue un ataque suicida y el autor murió', declaró Anton Bahcrul Alam, un portavoz de la Policía local citado por la televisión.

Entre los heridos figuran un número indeterminado de agentes, entre ellos el jefe de la Policía de Cirebon, señaló a la prensa Chairul Akbar, secretario general de la Agencia Nacional Antiterrorista.

'Lo que pretenden es crear caos', dijo Akbar.

Ninguna organización ha reclamado la autoría del atentado.

Los restos del cuerpo del suicida, de unos treinta años y quien de acuerdo a la investigaciones preliminares llevada adosada al pecho la carga explosiva, fueron trasladados al hospital general, indicó el jefe de la Policía Nacional, general Timur Pradopo.

Uno de los supervivientes, que se encontraba en un extremo del interior de la mezquita, relató a la prensa que antes de que se produjera la explosión vio como el suicida hacía genuflexiones y rezaba.

Se trata del primer atentado suicida en dos años en Indonesia, cuyo presidente, Susilo Bambang Yudhoyono, condenó la acción y pidió a la sociedad trabajar unida para combatir al terrorismo.

'A todos los seguidores musulmanes les pedimos que, por favor, no se sientan provocados por esta acción inhumana y que permitan a la Policía investigar el caso', dijo, por su parte, el ministro de Asuntos Religiosos de Indonesia, Suryadharma Ali.

El ataque ocurrió sólo unas semanas después de que varias personas resultaran heridas en Yakarta, durante un serie de explosiones causadas por paquetes bomba dirigidos a distintas personalidades que apoyan la tolerancia religiosa en la nación de mayor población musulmana del mundo.

En aquella ocasión, las autoridades culparon al grupo extremista Yemaa Islamiya, considerado el brazo de Al Qaeda en el sudeste asiático y al que se atribuyen los ataques más sangrientos de los últimos años en la región.

Esta organización se fundó en los años 90 con el objetivo de crear un califato islámico en Indonesia, Malasia, Singapur y el sur de Filipinas y Tailandia.

La Policía indonesia considera que los radicales han cambiado sus tácticas y ya no sólo atacan objetivos occidentales, para de esta forma ejercer mayor presión sobre el Gobierno y las fuerzas de seguridad.

El director de la Agencia Indonesia Antiterrorista, Ansyaad Mbai, señaló recientemente que los islamistas radicales han puesto a las minorías en el punto de mira.

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