ATAQUES DE LOBOS

Los ataques de lobos generan inquietud entre los ganaderos de O Bolo

Jabalí muerto por el lobo en el municipio de O Bolo.
photo_camera Jabalí muerto por el lobo en el municipio de O Bolo.
En Fornelos, una aldea de O Bolo donde fue avistada una pareja, encuentran los restos de un jabalí

Los vecinos de la parroquia de Fornelos están preocupados. Los hechos acaecidos en los últimos días en esta pequeña aldea de 24 habitantes, ubicada en el Concello valdeorrés de O Bolo, hicieron saltar las alarmas. A primera hora del jueves, 27 de junio, era localizado un jabalí con visibles señales de haber sido muerto a dentelladas. El inquietante descubrimiento llevó a relacionarlo con el avistamiento de una pareja de lobos en la localidad, quienes inmediatamente dieron aviso a las autoridades, siendo retirados los restos del animal para su análisis por el personal de la Consellería de Medio Ambiente y Cambio Climático.

El ataque de los lobos en el entorno de la aldea valdeorresa no es un hecho excepcional. Lo saben bien los ganaderos del oriente provincial, quienes se levantan diariamente preocupados ante las posibles bajas que tendrán en sus reses a lo largo de la jornada.

Desde Agromacen (Asociación de Gandeiros do Macizo Central), un colectivo que aglutina a aproximadamente 400 productores, su presidente insiste una y otra vez en este problema. “Estanse multiplicando”. Pedro Rodríguez Parente esgrime un paisaje nada halagüeño de la ganadería de la zona, marcado por el cierre de explotaciones, a la hora de afirmar que “aumentan as manadas e diminúe o número de explotacións. Ten que haber un equilibrio”. En su exposición, este técnico agrícola pone sobre la mesa los datos que maneja la asociación, referidos al número de denuncias que tramitó en los últimos años: 40 en 2022, 80 en 2023 y ya 90 entre enero y junio de 2024. A las cifras añade la existencia de un dato desconocido: “A cantidade de restos que non aparecen”, por lo que no constan en las estadísticas.

Tomar medidas

La pérdida de reses preocupa, pero también la posibilidad de que el problema pueda trasladarse a una población envejecida como la de O Bolo, donde la edad media supera los 62 años. “Non podemos esperar a que haxa unha desgracia. Pedimos que se tomen medidas”, comentó Rodríguez Parente, quien también hizo un llamamiento para “non criminalizar ao sector con sancións”, lo que implica que los agentes se dediquen a informar y a advertir a los productores antes de proceder a las sanciones. De tal forma, que cuando hay un ataque de lobo “teñen que facer o posible para que o gandeiro sexa indemnizado”.

Una especie que causa "conflitos sociais"

El problema del lobo es conocido por la Administración autonómica. En el informe del censo elaborado entre los años 2013 y 2015, la Consellería de Medio Ambiente afirma que “a presenza dun gran carnívoro en ambientes humanizados leva, case de maneira implícita, a existencia de problemas de coexistencia co home. A predación do lobo sobre a cabana gandeira xera importantes conflitos sociais”. En el citado trabajo, fueron detectadas 90 manadas reproductoras en toda Galicia, 14 de ellas compartidas con otras comunidades autónomas y Portugal y 15 en la provincia de Ourense, que comparte otras 4 con Lugo y 5 con Pontevedra.

Un estudio posterior, este basado en los años 2021-2022, corrobora que “o lobo presenta unha distribución xeneralizada en Galicia, salvo nas grandes cidades e o Baixo Miño”. Los técnicos que realizaron este informe hablan de tres manadas reproductoras más, elevando el total a 93. En la provincia ourensana fueron localizadas 16, compartiendo 2 con Lugo y 1 con Pontevedra. Apreciándose un incremento en las que se mueven entre Galicia y Castilla y León (pasan de 6 a 8) y Portugal (suben de 5 a 7). El trabajo concluye “que as poboacións de lobo ibérico en Galicia mantéñense estables, en termos xerais”.

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