El Ministerio de Sanidad avala que los médicos internos residentes (MIR) en 4º año de formación participen "activamente en todas las actividades" del centro de salud y que se hagan cargo "de forma autónoma y completa" de una consulta "sin la presencia de tutor", pero sí con supervisión que puede venir de otros médicos de familia del propio centro. Así lo confirmó ayer la directora general de Ordenación Profesional del Ministerio, Celia Gómez González, a través de una carta que dirigió al conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, principal defensor de esta iniciativa.
En esta misiva, la directora general detalla los límites del marco legal para que los residentes puedan cubrir vacantes propias del verano -tal y como propuso la Xunta de forma voluntaria y remunerada, ante el déficit de médicos- después de que varias autonomías, entre ellas Galicia, lo requiriesen. En el escrito, la responsable de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad cita normativa estatal para ratificar que, durante la formación de especialistas, debe haber una "participación personal y progresiva" hasta alcanzar "el grado de responsabilidad inherente al ejercicio autónomo de la profesión".
Eso sí, esto debe hacerse con "supervisión", tal y como insiste la directora general. Esto fue uno de los motivos de discrepancia en el CISNS y la Xunta, según dijo el lunes su presidente, Alfonso Rueda, "acata" que este trabajo deba ser supervisado, pero lamenta esta decisión.
Situaciones complejas
En el caso concreto de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, Celia Gómez González avala que los MIR de último año pueden pasar consulta de forma autónoma "sin la presencia del tutor". Por tanto, existe la posibilidad de que el residente también pueda recurrir, "en caso de duda o ante situaciones complejas", a otros médicos de familia del centro de salud.