REPORTAJE

El bosque de O Rexo de Allariz, 25 años de un área única

Piedras pintadas por Agustín Ibarrola en el Ecoespazo O Rexo, en la villa alaricana.
photo_camera Piedras pintadas por Agustín Ibarrola en el Ecoespazo O Rexo, en la villa alaricana.
Agustín Ibarrola, el fallecido pintor, escultor y grabador vasco, dejó huella en la villa alaricana, el 25 de junio de 1999, cuando se inauguró su “ecoespacio” en O Rexo. A través de pintura biodegradable repartida en árboles y rocas del entorno.

Agustín Ibarrola, uno de los mayores representantes de la unión entre el arte y la naturaleza, dejó este mundo el 17 de noviembre de 2023, en Galdácano (Vizcaya). El artista dejó huella en Allariz, el 25 de junio de 1999, cuando se inauguró su “ecoespacio” en O Rexo. El escultor vasco estuvo acompañado del arquitecto César Portela, después de 23 días de trabajo en los que contó con la colaboración de estudiantes de Bellas Artes. Músicos gallegos y vascos amenizaron la presentación ante centenares de asistentes en medio de gran expectación por ver la intervención del artista en el espacio natural.

Agustín Ibarrola llegó a Allariz en el año 1997, con la promesa de una nueva productora. El clima que estaba viviendo en el País Vasco, por su fuerte posición como antiterrorista y defensor de la democracia, propició que viese la oportunidad para asentarse en la provincia de Ourense durante un tiempo y, por supuesto, continuar desarrollando su gran talento

El arte de Agustín Ibarrola se caracteriza por una técnica colorida, que fusiona los pigmentos con los contornos naturales. Plasma las formas encerradas tanto dentro de los árboles como de las piedras, como si tuvieran un movimiento propio hasta que, de alguna manera, vuelve a dimensionarlos.

Agustín Ibarrola, con un alumno de Bellas Artes en O Rexo, en 1999.
Agustín Ibarrola, con un alumno de Bellas Artes en O Rexo, en 1999.

En este caso lo materializó en el bosque de O Rexo, en Allariz. Lo hizo a través de pintura biodegradable, creando unas figuras que se han ido deteriorando de forma natural con el paso del tiempo. El ecoespacio acoge más de seiscientas toneladas de piedras provenientes de canteras de toda Galicia, que junto con los árboles del entorno se han convertido en un referente artístico.

“Si metalizo una roca con papel plateado no estoy transformando solamente esa roca, convirtiéndola en escultura. Estoy haciendo alusión al cielo, al recorrido del sol, que es el hilo conductor de muchas cosas. A veces, en paisajes como los de Galicia tengo en cuenta el mundo cultural céltico. Mi manera de pintar las rocas de Allariz, por ejemplo, es muy distinta de lo que antes había hecho en el País Vasco”, comentaba Ibarrola sobre su obra.

Cristina Cid, alcaldesa de Allariz, explica como influyó Ibarrola en la villa alaricana con su obra: “Esto nos permitiu unha colaboración do Concello coa Fundación Ramón González Ferreiro e o propio artista, facendo ver que era posible unha intervención artística no aire libre, con proxectos de desenvolvemento agrogandeiros”.

La alcaldesa alaricana también recuerda el trabajo que está realizando el Concello con la restauración de la obra de Ibarrola: “A nosa idea é que neste ano quede esa intervención feita nas súas pezas artísticas”.

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